Hanoi (VNA) - Medios de comunicación de Alemania y Suiza cubrieron el pleito planteado por Tran To Nga, francesa de origen vietnamita, contra los proveedores de la dioxina utilizada por el ejército estadounidense durante la guerra en el país indochino.
En un artículo publicado en el periódico alemán Junge Welt, Stefan Kühner evaluó que el caso abierto en el Tribunal de Gran Instancia de Evry, en Francia, podrá ser uno de los últimos esfuerzos por reivindicar la justicia para las víctimas vietnamitas de la dioxina rociada por la aviación norteamericana sobre bosques del país indochino en el período 1964-1971.
Señaló que el ejército estadounidense utilizó 80 millones de litros de dioxina y otros compuestos luminiscentes para destruir las selvas donde se refugiaban los combatientes vietnamitas y se construyeron bases militares y médicas. Esos tóxicos también devastaron la cosecha de los lugareños que apoyaban a los revolucionarios o eran sospechosos de hacerlo.
Valoró que esa acción de Washington se puede considerar un ejemplo de guerra química, que ha provocado y sigue provocando consecuencias devastadoras hasta el momento, pues las personas expuestas directamente a la dioxina muestran señales palpables de intoxicación y han contraído diferentes tipos de cáncer, mientras que sus descendientes padecen malformaciones congénitas y otras enfermedades, las cuales pueden afectar hasta la cuarta generación.
Sin embargo, señaló, hasta la fecha la administración estadounidense no asume la responsabilidad ni muestra la buena voluntad de indemnizar a las víctimas, mientras que las empresas químicas siguen justificándose que solo produjeron la dioxina por orden del gobierno.
El autor añadió que el caso de To Nga no es el primer esfuerzo de buscar la justicia. En 2009, la demanda planteada por la Asociación de Víctimas de Dioxina de Vietnam en representación de más de cuatro millones de personas fue rechazada por una corte estadounidense.
También citó a Tran To Nga, quien afirmó que seguirá luchando por millones de víctimas. A su vez, los abogados de la demandante aseguraron que el éxito del pleito creará una jurisprudencia y demostrará la conexión entre la destrucción del medioambiente y la violación de los derechos humanos.
Entre tanto, el diario suizo Der Bund apreció la determinación de To Nga y señaló que de aquellos expuestos directamente a los herbicidas utilizados por el ejército estadounidense, centenares de miles murieron por cáncer. La dioxina también contaminó más de dos millones de hectáreas de terreno, que incluyen bosques, recursos hídricos y zonas de cultivo.
Según la fuente, a 46 años del fin de la guerra en el país indochino, la dioxina sigue contaminando a generaciones de vietnamitas, con miles de niños nacidos cada año con discapacidades intelectuales y físicas.
Sin embargo, anotó, las empresas químicas no han indemnizado a las víctimas vietnamitas, al contrario de lo que hicieron a los veteranos estadounidenses expuestos al tóxico.
Resaltó que el pleito planteado por decenas de víctimas vietnamitas en 2005 a la corte de Nueva York fue un fracaso, cuando los jueces concluyeron que los demandantes no pudieron demostrar claramente que la dioxina es la causa principal de sus problemas de salud.
No obstante, el artículo cita a expertos judiciales, quienes valoraron que el veredicto del tribunal estadounidense tenía motivaciones políticas, porque Washington temía que hubiera una serie de demandas de alta indemnización que no podían estimarse.
Según el artículo, la esperanza de las víctimas vietnamitas ahora recae sobre el caso de To Nga, la mujer valiente y sus asociados enfrentan una lucha difícil. En los últimos años, To Nga viajó a muchos países para concienciar a la comunidad internacional sobre su lucha por la justicia.
Tran To Nga, nacida en 1942, fue reportera de la Agencia Informativa de Liberación, se incorporó al campo de batalla en el Sur y fue afectada por la dioxina.
En mayo de 2009, Nga, que contrajo una serie de enfermedades agudas, compareció como testigo en el Tribunal de Opinión Pública de París. Desde entonces, con la compañía de los abogados Wiilliam Bourdon y el escritor André Bouny, quien fue presidente de la Comisión Internacional de apoyo a las víctimas del Agente Naranja/dioxina en Vietnam, decidió presentar una demanda contra las empresas químicas estadounidenses.
En mayo de 2013, el Tribunal de Gran Instancia de Evry aceptó la demanda de To Nga contra 26 empresas estadounidenses, las cuales son responsables de las lesiones sufridas por ella, sus hijos y muchas otras personas.
En abril de 2014, recibió una notificación judicial para abrir la primera sesión con una lista de 19 empresas químicas estadounidenses que produjeron sustancias tóxicas utilizadas en la Guerra de Vietnam, las cuales nunca habían comparecido ante ninguna corte.
En el lapso 1961-1971, la aviación norteamericana roció sobre territorio vietnamita 80 millones de litros de herbicida que contenían 400 kilogramos de dioxina, uno de los componentes químicos más tóxicos reconocidos por el hombre.
Fue la guerra química de mayor envergadura y de consecuencias más destructivas en la historia de la humanidad. Más de 4,8 millones de personas resultaron expuestas a la dioxina, de las cuales tres millones sufrieron afectaciones./.