Hanoi (VNA)- Aportar del 50 al 60 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional es la meta trazada por el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc, para el sector económico privado de Vietnam (SEPV), durante su intervención en el segundo Foro nacional sobre el tema efectuado recientemente en Hanoi. ¿Cuáles serán las medidas que deben adoptar el Estado y las propias empresas para cumplir ese objetivo?
Panorama del desarrollo de la economía privada
Al valorar el desarrollo del sector privado en los últimos 15 años, el Partido Comunista de Vietnam (PCV) reconoció que esa rama todavía no ha cumplido su rol como una fuerza motriz importante de la economía nacional (extracto de la Resolución al respecto del quinto pleno del Comité Central del XII mandato del PCV).
De hecho, los negocios familiares e individuales aún ocupan hasta el 95 por ciento del SEPV en Vietnam. Pese a su constante crecimiento, la mayoría de las empresas de este sector son micro y pequeñas y el 90 por ciento de las mismas registran un capital inferior a mil millones de dong (equivalentes a 44 mil dólares).
Además, la mayoría de esas empresas utilizan tecnologías obsoletas e invierten sólo un tres por ciento de sus ingresos en la renovación tecnológica, mientras que las actividades de investigación y desarrollo se limitan en el ámbito de la compañía (el 47 por ciento de las empresas) y del mercado doméstico (el 39 por ciento).
Pese a que la economía privada cubre casi todas las ramas, su composición sectorial es algo irracional. La mayoría de las compañías privadas se concentran en los negocios pequeños como el comercio y servicios para consumidores (81 por ciento), y el resto, en la industria y la construcción.
Por otra parte, la actividad de producción de esas empresas se centra principalmente en el ensamblaje de forma subcontratada con bajo valor agregado, mientras se reportan una baja tasa de empresas dedicadas a las industrias auxiliares. También son muy modestas las que tienen conexiones con sus similares de inversión extranjera directa o participan en las cadenas de producción.
Según estadísticas oficiales, sólo el 36 por ciento de las empresas vietnamitas participan en las redes de producción (incluidas las exportaciones directas e indirectas), mientras esta cifra en Malasia y Tailandia es de casi 60 por ciento. De igual manera, sólo el 21 por ciento de las pequeñas y medianas compañías nacionales se integran a las cadenas de valor globales, frente a los niveles del 30 por ciento de Tailandia y del 46 por ciento de Malasia. En consecuencia, la comunidad empresarial no puede aprovechar eficientemente los beneficios generados por los flujos de capitales y la transferencia de tecnologías y conocimientos.
A ello se agrega que numerosas empresas privadas no cumplen con seriedad las regulaciones estatales sobre la contratación laboral, el salario, el pago del seguro social y los impuestos. Se reportó además un considerable número de fraudes comerciales y violaciones de la propiedad intelectual y marca comercial, así como la falsificación de productos, fenómenos que deterioran la confianza de los consumidores.
El uso de tecnologías obsoletas, con gran consumo energético y alta emisión de gases residuales, y la falta de los sistemas de tratamiento adecuados son las causas del incumplimiento por parte de las unidades de producción de los estándares de higiene, la seguridad en la producción y la protección del medio ambiente.
El proyecto de balance de la implementación de la Resolución del quinto pleno del Comité Central del PCV sobre la “Continuación de la renovación de mecanismos y políticas en beneficio del desarrollo del sector privado” en el período 2002-2017 contiene las acertadas evaluaciones sobre las contribuciones de esta rama a la economía y señala al mismo tiempo sus insuficiencias y sus causas.
En los últimos 15 años, el mundo se enfrentó sucesivamente a las crisis financieras y recesiones económicas, que condujeron a la ralentización del crecimiento en casi todos los países. Y Vietnam no fue una excepción.
Los factores generadores de la inestabilidad económica, tales como la inflación, la alta tasa de interés, la fluctuación del tipo de cambio, el déficit presupuestario y las altas deudas públicas, más la caída de la bolsa de valores y del mercado inmobiliario, afectaron negativamente a las empresas privadas. En concreto, el promedio de empresas disueltas, en bancarrota u obligadas a suspender temporalmente sus actividades, en el número total de las nuevas entidades establecidas, se mantiene alto con una tasa de más del 70 por ciento.
Además, hay que notar que el sector privado de Vietnam cuenta con un punto de partida débil, una capacidad modesta y una historia muy corta comparada con la de los países capitalistas; y por todo ello resulta insuficiente la acumulación de capital, bienes y experiencias.
Al lado de las causas generadas del entorno de negocios y problemas internos de las propias empresas, la debilidad en la administración estatal es una de las causas del subdesarrollo del sector privado. La brecha entre la teoría y la situación práctica del desarrollo de esta rama ocasiona la discordancia entre las políticas y mecanismos de asistencia al crecimiento del sector privado.
Otra causa es la ausencia de un ambiente favorable para la competencia leal y equitativa entre los sectores económicos, lo que limita el cumplimiento de los derechos a la libertad de negocios, a la propiedad de bienes, a la competencia equitativa, y al acceso a los recursos y oportunidades.
Según Nguyen Duy Hung, presidente de la Junta Directiva de la empresa bursátil de Saigón, el Estado debe excluir los derechos de gestión empresarial o de representación del propietario de las compañías estatales de cualquier órgano público, porque al contrario darán impresión de que existieran ciertas prioridades para tal o cual empresa, así como crearán la desigualdad entre los sistemas administrados por el estado y los demás.
Por otro lado, la existencia y el aumento de los gastos intermediarios y no oficiales han creado un entorno comercial inseguro y no transparente, lo que erosiona la confianza de las empresas e inversores.
De acuerdo con el vicepresidente del Consejo Central de la Asociación Empresarial de Vietnam, Pham Dinh Doan, no es la falta de políticas preferenciales, sino la existencia de los gastos no oficiales el mayor obstáculo para las empresas privadas, pues provoca la pérdida de tiempo, de recursos financieros y fundamentalmente, de oportunidades.
Por su parte, Truong Gia Binh, presidente de la Junta administrativa del grupo FPT, subrayó la necesidad de conceder a las empresas privadas un acceso más amplio a los negocios, y estimó que la libertad a la selección de dominio de negocios podrá elevar el número de firmas nacionales a dos millones.
Orientaciones del desarrollo de la economía privada en la nueva etapa
“Eliminar todos los prejuicios y barreras; reformar radicalmente los procedimientos administrativos engorrosos para favorecer el desarrollo del sector privado” son las orientaciones determinantes que sobresalen en los debates y conclusiones del quinto pleno del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam (PCV) de su XII mandato.
Sobre esta base, la resolución enfocada en “Convertir el sector privado en una importante fuerza motriz de la economía de mercado con orientación socialista” determina que “el desarrollo sano del SEPV según el mecanismo del mercado es una exigencia objetiva, apremiante y duradera en el proceso de perfeccionamiento institucional para el progreso de la economía de mercado con orientación socialista en Vietnam”.
Fundamentado en las nuevas valoraciones respecto al papel y la importancia de la economía privada en la empresa del desarrollo socioeconómico del país, especialmente en medio de la cuarta revolución industrial, y también de las directrices para el desarrollo del sector privado con enfoque en la disminución de las deficiencias, el mejoramiento de la capacidad de la comunidad empresarial y el aprovechamiento de las ventajas de la cuarta revolución, el PCV y el Estado de Vietnam trazaron las cuatro direcciones siguientes:
Primero: crear condiciones propicias para el desarrollo de la economía privada abarcando todas las ramas y esferas no prohibidas por la ley.
Segundo: impulsar todos los modelos de alianza de producción, comercio, suministro de servicios entre empresas privadas y estatales, corporativas y entidades dotadas de inversión extranjera servicios según la red productiva y la cadena de valores de mercado, en aras de adquirir, transferir y ampliar la aplicación de las tecnologías avanzadas y métodos administrativos modernos.
Tercero: crear condiciones favorables para que los hogares e individuos participen voluntariamente en la coalición tendiente a formar empresas u otros modelos de cooperación.
Cuarto: estimular la formación de los grupos económicos privados de propiedad múltiple o la contribución de capital privado en las corporaciones estatales que cuentan con suficiente capacidad para incorporarse a las redes de producción y las cadenas de valores regional y global.
Sobre la base de esas cuatro orientaciones, resulta necesario establecer los siguientes paquetes de soluciones:
(i) Crear un entorno de inversión y negocios propicio a favor del desarrollo de la economía privada mediante la garantía de la estabilidad macroeconómica; perfeccionar los mecanismos y las políticas de atracción de inversiones privadas y garantizar la operación de la economía privada según el mecanismo de mercado; ampliar las oportunidades de acceso al mercado e impulsar la competencia equitativa; centrarse en desarrollar las infraestructuras socioeconómicas sincronizadas y modernas, a la vez de fomentar la capacidad de acceso a los recursos agrarios y financieros.
(ii) Centrarse en apoyar a las empresas privadas en la innovación, la creación y la modernización de la tecnología y el desarrollo de los recursos humanos mediante la estimulación y el apoyo a este componente económico en la inversión en las labores de investigación y desarrollo, así como en la transferencia de tecnología; la conexión empresarial, las iniciativas emprendedoras e innovadoras de los inversores y fondos inversionistas; impulsar el establecimiento y el desarrollo de las zonas de alta tecnología y empresas especializadas en la ciencia y la tecnología.
(iii) Elevar la eficiencia de la gestión estatal
El contingente de funcionarios debe adoptar un cambio crucial en el pensamiento y acción y una posición perseverante en la renovación, el auto-perfeccionamiento y el rígido cumplimiento de las leyes, mecanismos y políticas, en concordancia con las reglas del mercado y los estándares internacionales; erradicar todos los prejuicios y barreras; reformar de manera enérgica los procedimientos administrativos con el fin de eliminar aquellas disposiciones que sean redundantes o engorrosas y crear condiciones favorables para el crecimienot de la economía privada.
La resolución del quinto pleno del Comité Central del PCV marca un hito importante en el pensamiento y los lineamientos referentes al desarrollo de la economía privada y contribuye al mismo tiempo a reducir el trecho entre el dicho y el hecho, y consolida la confianza de los empresarios.
El economista Luu Bich Ho, exdirector del Instituto para Estrategias del Desarrollo del Ministerio de Planificación e Inversión, destacó que se trata de la primera resolución del órgano rector del PCV que define claramente el papel de la economía privada y logra consenso con respecto a la conciencia sobre la importancia de ese segmento, así como traza soluciones concretas destinadas a estimular su desarrollo.
Según el especialista, el importante documento crea una base para el eficaz cumplimiento de las tareas trazadas.
La resolución del PCV materializa las soluciones sobre la base de las experiencias adquiridas durante los últimos 15 años de desarrollo de la economía privada. Eso significa que el texto ha desatado nudos surgidos en la realidad con el fin de impulsar la renovación y la reforma de las instituciones de la economía de mercado con orientación socialista de manera sincronizada con el progreso de la economía privada paralelamente con la renovación para mejorar la eficiencia de las empresas estatales.
Importante fuerza motriz de la economía de Vietnam
Ratificar el papel del sector privado en la economía nacional constituye el medio más acertado para hacer viable el objetivo de aumentar su contribución al PIB de Vietnam. En la actualidad, este componente económico aporta el 39,21 por ciento del PIB del país, frente al 28,7 por ciento del sector estatal, 18,07 por ciento del sector de inversión extranjera y 4,04 por ciento de la economía colectiva.
Una cifra muy llamativa es que el uso efectivo de la inversión por parte del sector privado resulta 1,2 veces más alto que el promedio de toda la economía y 1,9 por ciento del sector estatal.
El Banco Mundial (BM) ha aprobado el Marco de Alianza con Vietnam, a través del cual se diseñaron las pautas destinadas a continuar apoyando a la nación indochina en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo, así como su ambicioso objetivo de crecimiento. El programa define varios cambios estratégicos, uno de ellos es el respaldo integral al SEPV para que participe en todos los sectores económicos.
“Una de las prioridades importantes sigue siendo la reestructuración, concretamente en las empresas de propiedad estatal ya que muchos dominios económicos necesitan de la participación masiva de las grandes corporaciones y grupos, lo que a veces crea un campo de juego inequitativo con mayor preferencia a favor de dichas entidades. Para crear un ambiente competitivo de negocios, es necesario reorganizar las entidades estatales con el fin de generar más espacio para el desarrollo de las privadas”, dijo Sebastián Eckardt, director general del BM en Vietnam.
A juicio de Dominic Mellor, experto del Banco Asiático para el Desarrollo (BAD), Vietnam se encuentra en una etapa importante de la labor del diseño e implementación de las resoluciones del Partido Comunista y el gobierno, por lo cual se necesitan las consultas del sector privado para garantizar que las políticas sean aplicadas y respondan a la demanda de desarrollo de ese componente de la economía.
La meta de convertir al sector privado en un actor importante de la economía requiere grandes esfuerzos por parte de todos los elementos vinculados. El gobierno de Vietnam se ha comprometido a mejorar continuamente el ambiente de negocios para que este sea más equitativo, transparente, seguro y amigable, en pro del avance de las empresas privadas, especialmente las pequeñas y medianas y las emprendedoras.
En 2016, el número de nuevas empresas establecidas alcanzó la cifra récord de 110 mil. En los primeros siete meses de 2017, un total de 73 mil compañías fueron creadas, lo que representó un incremento interanual del 13,8 por ciento en cantidad y 39 por ciento en el capital invertido. Asimismo, unas 17 empresas reanudaron sus operaciones, lo que constituyó un aumento de cinco por ciento con respecto a igual lapso del año anterior.
Ese resultado muestra la efectividad del nuevo marco legal y las medidas adoptadas por el gobierno para estimular el desarrollo de la comunidad empresarial.
Sin embargo, aumentar del 50 al 60 por ciento del Producto Interno Bruto la contribución del sector privado no es una tarea fácil. El objetivo fue trazado, ahora lo más importante es materializarlo.
De acuerdo con una encuesta realizada entre los participantes del Foro Empresarial de Vietnam de 2017, de los tres mensajes lanzados por el ejecutivo respecto a la construcción de un “gobierno íntegro”, “gobierno constructivo” y “gobierno de acción”, el 65 por ciento de las empresas privadas eligieron el tercero, lo que muestra su deseo de un gobierno que acompañe a la comunidad empresarial.
A la par con los esfuerzos del gobierno, las empresas privadas necesitan renovarse incesantemente y elevar su competitividad en aras de convertir en realidad la meta de contribuir del 50 al 60 por ciento del PIB nacional.- VNA