El diario Nikkei Asia Review de Japón publicó un artículo resaltando los avances impresionantes de Vietnam en el contexto marcado por los grandes impactos del COVID-19 en todas las actividades socioeconómicas en el mundo.
Según el texto, en el país sudesteasiático, los casos de COVID-19 suman hoy mil 539 con 35 muertes, una cifra entre las más bajas del mundo y especialmente asombrosa dada la frontera compartida del país con China. La economía, con barras y todo, se ha mantenido abierta, impulsándola a una de las tasas de crecimiento más altas de 2020, incluso mientras los países vecinos luchaban contra la recesión.
A pesar de la destrucción de los sistemas de salud y las economías en el extranjero, 2020 fue el año en que Vietnam implementa tres acuerdos comerciales, lanzó otra aerolínea y subió al número seis desde el siete en el sudeste asiático por ingreso per cápita, notifica.
Gracias a su desempeño en el frente de la salud pública, Vietnam ha tenido su mayor oportunidad económica en décadas. El país registró una de las tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) más altos del mundo, de un 2,9 por ciento, cifra que prevé situarse en 6,5 por ciento en 2021, según la Oficina General de Estadísticas de Vietnam,
Vietnam marcó un pequeño hito. El PIB per cápita superó al de Filipinas, según las proyecciones de octubre del Fondo Monetario Internacional. Y en términos absolutos, el PIB de Vietnam superó al de Singapur y Malasia, por lo que se convirtió por primera vez en la cuarta economía más grande del Sudeste Asiático.
Los inversores también ven a Vietnam como uno de los pocos prospectos en este momento. El país ocupó el segundo en el mundo, detrás de Estados Unidos, en una lista de Euromonitor de los destinos de fusiones y adquisiciones más probables para 2021, elaborada basando en criterios como la producción industrial y el uso de tecnología.
"Vietnam es el único mercado donde se pueden hacer tratos", dijo el socio gerente de YKVN, Truong Quang..
Las políticas económicas adaptadas por el Partido Comunista y el plan quinquenal colocan al sector de la tecnología en el centro de la ambición de Vietnam de convertirse en un país de ingresos medianos altos para 2025. Con ese fin, Vietnam logró un puñado de inversiones de alto perfil en 2020, desde Pegatron, un proveedor de Apple y Samsung, hasta LG Electronics, que confía en el país indochino para sus negocios de vehículos y teléfonos inteligentes.
A finales de año, casi todos los principales proveedores de Apple en la región se habían instalado en Vietnam o tenían previsto hacerlo.
La electrónica devino el sector de mayor exportación de Vietnam, pero está dominada aún por la producción básica y el ensamblaje. En tanto, los funcionarios afirmaron el plan de aprobar inversiones de alta tecnología y ecológicas con más valor agregado.
"Hasta ahora, Vietnam no solo se ha convertido en un país exitoso para controlar la pandemia, sino que también aprovecha esta oportunidad para llevar a cabo la transformación digital del país", dijo el viceprimer ministro Pham Binh Minh en octubre, dirigiéndose a los vietnamitas del extranjero que habían regresado a trabajar en el campo.
Las empresas de Vietnam también han aprovechado la pausa en el contexto pandémico para aumentar la capacidad del personal local. Varias compañías opinan que los empleados vietnamitas están interviniendo, mientras que los colegas extranjeros no pueden ingresar al país. Más de la mitad, el 56 por ciento, de los gerentes de las empreas dijeron que darían prioridad a la recapacitación en el próximo trimestre, según una encuesta que la empresa de contratación Adecco publicó en agosto.
El diario citó también a Caitlin Wiesen, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Vietnam, quien afirmó en un discurso en diciembre que las lecciones aprendidas de este éxito en términos de transparencia, responsabilidad y cohesión social ayudarán al gobierno del país indochino a lidiar con futuras crisis./.