Manila (VNA)- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, reafirmó su rechazo a negociar con los grupos armados vinculados al Estado Islámico (EI) y ordenó al ejército la aniquilación de los mismos en Marawi.
El jefe de Estado del país sudesteasiático patentizó esa posición ante los grupos insurgentes locales y extranjeros que asedian desde el 23 del mes pasado la ciudad de Marawi en la isla de Mindanao.
Fuentes oficiales señalaron que alrededor de 178 soldados y civiles murieron en Marawi luego del ataque de cientos de insurgentes afines al EI.
El enfrentamiento entre el ejército y los insurrectos en Marawi estalló el mes pasado luego de la detección por parte de las fuerzas de seguridad pública de la casa de refugio de Isnilon Hapilon, el líder del grupo terrorista Abu Sayyaf en la urbe.
Con anterioridad, Rodrigo Duterte declaró la ley marcial de 60 días en Mindanao, tras varios enfrentamientos en Marawi entre el Ejército y el Maute, organización afín al EI.- VNA
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