ThuaThien-Hue, Vietnam (VNA) - La provincia de Thua Thien Hue ayuda a lasvíctimas del Agente Naranja/ Dioxina y sus familias, en base de la reducción sosteniblede la pobreza, garantizando la seguridad social, afirmó Ha Van Tuan, directordel Servicio provincial de Trabajo, Inválidos de Guerra y Asuntos Sociales.

Segúnel funcionario, tras cuatro años implementando la directiva sobre elfortalecimiento del liderazgo del Partido Comunista de Vietnam en eltratamiento de las consecuencias de las armas químicas utilizadas por EstadosUnidos durante la guerra, el Servicio ha ofrecido atención oportuna a casi cuatromil combatientes vietnamitas y sus descendientes afectados, de acuerdo con lapolítica del país.
ThuaThien-Hue también promueve los movimientos de gratitud, que movilizan recursossociales y del Estado para mejorar la vivienda y la capacitación profesional, darles empleo para las personas con méritosrevolucionarios, así como para darles atención y apoyo, con visitas regulares yla entrega de presentes.
Enlos años recientes, la Asociación provincial de Víctimas del AgenteNaranja/Dioxina ha recaudado un fondo total de casi 100 mil dólares, apoyando anumerosas víctimas de este químico tóxico.
También cooperó con la Asociación Patrocinadora para Discapacitados yHuérfanos, la Asociación de Personas Discapacitadas, la Asociación de la CruzRoja, y de Veteranos para suministrar sillas de ruedas, ofrecer servicios derehabilitación y tratamientos médicos para los afectados por el Agente Naranja/ Dioxina.
Actualmente,en la provincia central de Thua Thien-Hue hay casi 14 mil personas víctimasdel empleo de esas sustancias químicas, de las cuales dos mil 300 reciben asignación mensual bajo la políticapara personas con méritos.
Según datos de la Asociación de Víctimas del Agente Naranja/Dioxina de Vietnam, durante el lapso 1961-1971 la aviación norteamericana roció 80 millones de litros de herbicida que contenían 400 kilogramos de esa sustancia tóxica.
Más de cuatro millones 800 mil personas resultaron expuestas al Agente Naranja. Entre los efectos, aún visibles más de 40 años después, están deformaciones severas, daños cerebrales y físicos, así como defectos congénitos, y diversos tipos de cánceres./.