Los sombreros cónicos representan una imagen simbólica de Vietnam, que distingue la manera tradicional de vestir de las mujeres vietnamitas y crea fuerte impresión en los visitantes extranjeros.
Este accesorio acompaña a las féminas vietnamitas como un amigo fiel.
El diseño gana el favoritismo no sólo por la capacidad de proteger a las personas del sol abrasador durante el trabajo en los campos, sino también por su uso como adorno de las bellas.
Asociada frecuentemente con el Ao Dai – túnica tradicional de Vietnam, la figura delicada de los sombreros se mezclan sin ningún esfuerzo con la belleza y elegancia de la mujer poniendo de relieve sutilmente las mismas.
En 2014, este símbolo inspiró el logotipo del Año Nacional de Turismo 2015, que dibuja ocho sombreros cónicos, representando igual cantidad de patrimonios intangibles de la humanidad en Vietnam.
En la aldea Chuong en las afueras de Hanoi, conocida por su larga historia de confección del sombrero cónico encontramos a un hombre afamado por su amor hacia este oficio tradicional.
Le Van Tuy gestiona una de las compañías más sobresalientes en el área. Incluso comparado con los mejores artistas en la “aldea de los sombreros cónicos”, Tuy es el más conocido y admirado.
Según Van Tuy, su empresa trabaja en este oficio por más de cuatro décadas y logró construir una firme reputación en esta aldea, gracias a la cual su mercado está expandiéndose.
La tienda de este hombre atrae a tanto clientes locales como viajeros extranjeros. Para él, convertir el establecimiento en destino turístico impulsará sus negocios y la fama de la localidad.
A los visitantes siempre les fascina el volumen de trabajos y cuidados requeridos para crear un sombrero.
Durante largos años, Tuy ha presentado a incontables personas una pieza de ropa afamada y más allá, un oficio poco conocido.
La turista Shuyin Tang describió esta experiencia como magnífica. Esta mujer que lleva dos años en Hanoi conoció los procesos para confeccionar estos sombreros y todas las historias interesantes detrás de los mismos.
Por su parte, la viajera Brenda Mattick expresó emocionadamente su impresión al ver a una pareja muy vieja, de 82 y 89, quienes producen sombreros años tras años y ahora juntamente prosiguen el oficio. Para ella, es algo increíble.
Elaborar un sombrero cónico no es simple. Desde la selección de los materiales hasta los pasos del proceso requieren mucho cuidado y técnicas meticulosas. No existe ninguna duda que es un arte.
De acuerdo con la artesana local Hoang Thi Mai, el proceso se inicia con calificados materiales, primero los armazones redondos, luego las hojas secadas de palmeras, recolectadas cuando estén frescas, secadas, apretadas y humeadas por la noche. Entonces los productores las secan de otra vez bajo el sol hasta crujientes.
Tuy figura entre numerosos artesanos quienes trabajan incesantemente para preservar una de las imágenes más simbólicas del país. Pese a que el uso de los sombreros cónicos no es tan popular como en el pasado, este fiel adorno aún persiste en acompañar a las mujeres vietnamitas. – VNA
Este accesorio acompaña a las féminas vietnamitas como un amigo fiel.
El diseño gana el favoritismo no sólo por la capacidad de proteger a las personas del sol abrasador durante el trabajo en los campos, sino también por su uso como adorno de las bellas.
Asociada frecuentemente con el Ao Dai – túnica tradicional de Vietnam, la figura delicada de los sombreros se mezclan sin ningún esfuerzo con la belleza y elegancia de la mujer poniendo de relieve sutilmente las mismas.
En 2014, este símbolo inspiró el logotipo del Año Nacional de Turismo 2015, que dibuja ocho sombreros cónicos, representando igual cantidad de patrimonios intangibles de la humanidad en Vietnam.
En la aldea Chuong en las afueras de Hanoi, conocida por su larga historia de confección del sombrero cónico encontramos a un hombre afamado por su amor hacia este oficio tradicional.
Le Van Tuy gestiona una de las compañías más sobresalientes en el área. Incluso comparado con los mejores artistas en la “aldea de los sombreros cónicos”, Tuy es el más conocido y admirado.
Según Van Tuy, su empresa trabaja en este oficio por más de cuatro décadas y logró construir una firme reputación en esta aldea, gracias a la cual su mercado está expandiéndose.
La tienda de este hombre atrae a tanto clientes locales como viajeros extranjeros. Para él, convertir el establecimiento en destino turístico impulsará sus negocios y la fama de la localidad.
A los visitantes siempre les fascina el volumen de trabajos y cuidados requeridos para crear un sombrero.
Durante largos años, Tuy ha presentado a incontables personas una pieza de ropa afamada y más allá, un oficio poco conocido.
La turista Shuyin Tang describió esta experiencia como magnífica. Esta mujer que lleva dos años en Hanoi conoció los procesos para confeccionar estos sombreros y todas las historias interesantes detrás de los mismos.
Por su parte, la viajera Brenda Mattick expresó emocionadamente su impresión al ver a una pareja muy vieja, de 82 y 89, quienes producen sombreros años tras años y ahora juntamente prosiguen el oficio. Para ella, es algo increíble.
Elaborar un sombrero cónico no es simple. Desde la selección de los materiales hasta los pasos del proceso requieren mucho cuidado y técnicas meticulosas. No existe ninguna duda que es un arte.
De acuerdo con la artesana local Hoang Thi Mai, el proceso se inicia con calificados materiales, primero los armazones redondos, luego las hojas secadas de palmeras, recolectadas cuando estén frescas, secadas, apretadas y humeadas por la noche. Entonces los productores las secan de otra vez bajo el sol hasta crujientes.
Tuy figura entre numerosos artesanos quienes trabajan incesantemente para preservar una de las imágenes más simbólicas del país. Pese a que el uso de los sombreros cónicos no es tan popular como en el pasado, este fiel adorno aún persiste en acompañar a las mujeres vietnamitas. – VNA