La escalada de tensiones en el Mar Oriental, una ruta clave de navegación, y rico de recursos petroleros, provoca impactos en la seguridad regional, coincidieron investigadores en una mesa redonda en Singapur.

Los debates del taller ayer se centraron en cuestiones relacionadas con la situación actual en esa región, incluyeron las bases legales para que las partes vinculadas reclamen la soberanía, el papel de Indonesia como mediador en la solución de ese problema, la estrategia marítima de China y las políticas de Estados Unidos hacia Asia.

El aumento de los intereses en el Mar Oriental de los países fuera de la región, como la India, Sudcorea, Australia y Nueva Zelanda, y los posibles escenarios para la situación en esta zona también se pusieron sobre la mesa.

La mayoría de los oradores expresó su preocupación por los actos cada vez más firmes de China en las disputas territoriales con sus países vecinos.

Exhortaron a la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) y China llegar rápidamente a un Código de Conducta en el Mar Oriental (COC) tan pronto como sea posible, ya que la paz, estabilidad y libertad de comercio y navegación en estas aguas son de interés no sólo de este grupo, sino también de otros países en el mundo.

En una conversación con corresponsales de la Agencia Vietnamita de Noticias, el doctor Leszek Buszynski, de la Universidad Nacional de Australia, afirmó que hay muy poca base jurídica para la llamada “línea de nueve tramos” de Beijing en el Mar del Este, y los propios chinos tienen grandes dificultades para justificarla.

Por su parte, el doctor K. S. Nathan, de la Universidad Nacional de Malasia, sostuvo que el uso de la fuerza para intimidar a cualquiera de los otros reclamantes resultará la contrafuerza.

“Es por eso que vemos que otros socios externos también están cada vez más atentos a la disputa en el Mar Oriental, ya que están interesados ​​ en la seguridad de las líneas marítimas y el libre comercio, lo que contribuye a la prosperidad de Asia”, dijo.

Muchos oradores coincidieron en que, además de desafíos como la piratería, el terrorismo y la trata de mujeres, las pugnas de soberanía marítima son grandes obstáculos para los esfuerzos de crear un buen orden en la región de la ASEAN.

Mira Permatasari, funcionaria de la Oficina del Secretario del Presidente de Indonesia, hizo hincapié en el desempeño de la ASEAN como un factor clave para resolver las controversias.

La Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China emplazó el 2 de mayo la perforadora Haiyang Shiyou – 981 en un área a 15 grados 29 minutos 58 segundos de latitud Norte y 111 grados 12 minutos 6 segundos de longitud Este, ubicada absolutamente en la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Vietnam, a unas 120 millas náuticas de su costa.

A finales de mayo, China ancló esa perforadora en la zona de 15 grados 33 minutos 22 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 36 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior.

El gobierno chino movilizó numerosos barcos armados, incluidos militares, para escoltar su plataforma y prohibió además ilegalmente a las embarcaciones de otros países navegar en la zona a tres millas náuticas de esa plataforma.

Esos navíos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

Esa acción unilateral constituye una grave violación a la soberanía, los derechos jurisdiccionales de Vietnam, refrendados en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982 y va en contra de las leyes internacionales y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental entre la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia y China (DOC), firmada en 2002.

También hiere los sentimientos sagrados entre los dos pueblos y genera una profunda indignación en todos los vietnamitas y los amantes de la paz y la justicia en el mundo. – VNA