En la lucha armada por la reunificación de Vietnam, resultó estratégica la contribución de las tropas especiales del Ejército Popular, con muchas de sus hazañas reveladas hace poco.

Fundadas por orientación del Presidente Ho Chi Minh, esas unidades elites crecieron en el seno de la lucha libertadora contra los invasores estadounidenses y dispusieron de fuerzas acuáticas, terrestres y urbanas.

Su potencia no residió en sofisticadas armas sino en la experiencia acumulada de las históricas guerras de defensa nacional, una paciencia ejemplar, una rara capacidad de resistencia corporal y, sobre todo, una férrea voluntad.

Con esas cualidades, los combatientes de “cabeza descubierta y pie descalzo” se convirtieron en una pesadilla para los invasores extranjeros al cumplir misiones casi imposibles.

Para dar un ejemplo, el coronel Do Van Ninh, ex-vicecomandante y jefe del Estado Mayor de la Fuerza Especial, citó la destrucción en marzo de 1975 del almacén de armas del aeropuerto de Bien Hoa, donde se encontraba la mayor reserva de explosivos estadounidenses.

Exploradores del batallón especial 113, asignado para la tarea, se aproximaron y cavaron un túnel para permanecer al lado del blanco, pero no pudieron penetrar a través de la densa cerca e intensa guardia del enemigo, dada la importancia estratégica del lugar.

Combatientes del batallón especial 113 (Fuente:VNA)

Tras semanas de observación y análisis del sistema defensivo, cinco combatientes fueron enviados al almacén por el río de Dong Nai, vía menos esperada por los defensores.

Lograron instalar bombas de tiempo en determinados puntos y se retiraron antes de activarlas sin pérdida alguna.

Otra hazaña poco contada fue la liberación del archipiélago Truong Sa a principios de abril de 1975, según órdenes directas del legendario general y comandante en jefe Vo Nguyen Giap.

Una compañía de 250 combatientes acuáticos tuvo la tarea de atacar seis grupos de islas fortificadas en una amplia y lejana zona marina sin ningún vehículo de guerra o conocimiento del lugar y sistemas defensivos, recordó el octogenario general Mai Nang, el comandante de esa campaña.

El octogenario general Mai Nang (Fuente:VNA)

La misión, añadió el ex Comandante de la Fuerza Especial, fue la primera de su tipo, para la cual sus efectivos no tuvieron experiencia similar alguna, ni tiempo para exploraciones por cuestiones de urgencia y sorpresa.

Entonces, debimos aplicar una táctica nueva de explorar y atacar a la vez, reveló el condecorado posteriormente con el título Héroe de las Fuerzas Armadas.

Desde tres barcos simulados como pesqueros, los soldados nadaron dos millas marinas para aproximarse a sus objetivos, con plena disposición de sacrificarse al saber que no tenían ningún tipo de refuerzos, narró Nang.

Pero sólo 15 minutos después de bajar al agua, el entonces coronel recibió otra orden para detener la operación. Visto que era imposible revertir el ataque, Nang decidió asumir la responsabilidad y llevarlo a cabo.

Con valentía, determinación y magistral arte de combate, las tropas especiales acuáticas recuperaron un valioso territorio y legítimo de Vietnam en el Mar Oriental, con sólo dos bajas.

Otro histórico mérito de estas fuerzas en aquella gloriosa primavera fue la ocupación de 14 puentes alrededor de Saigon, capital del régimen pronorteamericano.

Esta misión resultó vital para el avance directo de las cinco columnas libertadoras hacia los centros neurálgicos del enemigo y aceleró así la reunificación del país.

A diferencia de otras operaciones, cuyas metas solían ser atacar y destruir, esta misión fue la de atacar ocupar y defender la posición, destacó el coronel Van Ninh, también Héroe de las Fuerzas Armadas.

Su pelotón logró aniquilar unidades guardianas de forma rápida en sorprendentes combates nocturnos en el puente Ghenh, narró y remarcó que la batalla para defender ese nudo de transporte resultó mucho más cruenta.

En varios casos, los equipos elites combatían hasta dos días bajo fuego del enemigo sin conocer el momento de la entrada de las fuerzas principales.

En Ghenh, 50 de los 52 movilizados cayeron en combate, pero ninguno abandonó su puesto y el pelotón logró defenderlo hasta el final, contó el veterano coronel con expresa lastima y orgullo a la vez.

Otro personaje histórico, el sargento de tropas especiales Pham Duy Do participó en la ocupación y defensa del puente de la carretera Bien Hoa y fue quien después ondeó la bandera libertadora en el palacio presidencial del gobierno títere de Saigon, hecho que marcó la victoria final de los revolucionarios.

El sargento de tropas especiales Pham Duy Do (Fuente:VNA)

Ingresado al Ejército a los 17 años de edad y en su vida militar de seis años, Duy Do se escapó dos veces de la muerte pese a graves heridas pero no pudo hacer lo propio del Agente Naranja o la dioxina esparcida en los bosques vietnamitas durante la guerra, reveló el ex combatiente elite en entrevista con la VNA.

Sus hijos sufren hoy de defectos físicos y mentales causados por ese tóxico, uno de los peores conocidos por el hombre, pero se consideró aún afortunado de poder disfrutar una vida pacífica y sencilla cuando otros compañeros cayeron en la lucha.

La operación de los 14 puentes fue el mayor ejercicio de las tropas especiales vietnamitas durante la guerra, con la participación de una división, una brigada, cuatro batallones y numerosos comandos urbanos.

Esas construcciones abrieron, el 30 de abril de 1975, el paso para la entrada triunfante del Ejército Popular en Saigon, inaugurando una nueva era de reunificación, paz y desarrollo. – VNA