Hanoi (VNA)- Una política de visado flexible se está convirtiendo en una “llave blanda” que potencia el atractivo de Vietnam para los turistas internacionales, en contribución a fortalecer su competitividad como destino e impulsando el desarrollo económico, según expertos.
Factor clave en la recuperación del turismo
La Ley de Entrada y Salida modificada, en vigor a partir del 15 de agosto de 2023, amplió la duración del visado electrónico (e-visa) hasta 90 días, válido para una o múltiples entradas, y aplicable a ciudadanos de todos los países y territorios. Esto representa un hito sin precedentes en la política migratoria de Vietnam.
Según Pham Van Thuy, subdirector de la Autoridad Nacional de Turismo, la política de visado figura actualmente entre las herramientas más cruciales para competir como destino, especialmente tras la pandemia de COVID-19.
La e-visa vietnamita se considera una de las más eficaces y cómodas en la región, con un proceso 100% en línea, sin documentos físicos ni entrevistas, y tiempos de tramitación ágiles. Esto da a Vietnam ventaja frente a otros países con procesos más complejos y costosos.
Además, Vietnam mantiene acuerdos de exención bilateral con 15 países (de 14 a 90 días) y exención unilateral hasta el 14 de marzo de 2028 para 12 países desarrollados (Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España, países nórdicos, Japón, Corea del Sur y Rusia), con una estancia máxima de 45 días.
Recientemente, el Gobierno lanzó un programa piloto de exención de visado de corta duración para ciudadanos de Polonia, República Checa y Suiza entre el 1 de marzo y el 31 de diciembre de 2025. Se trata de una estrategia visionaria para abrir el mercado europeo y estimular el turismo receptivo de alta gama. Se espera replicar este modelo en otros mercados.
Pasos a seguir
Pese a los avances, Vietnam aún está atrás en comparación a sus vecinos: Malasia exime de visado a 166 países, Indonesia a 169, Singapur a 158, Filipinas a 157 y Tailandia a 93.
Algunos países incluso permiten la emisión de visados colectivos en frontera, exenciones para turismo MICE (reuniones, incentivos, congresos y exposiciones) o para pasajeros en tránsito aéreo o marítimo.

Mientras tanto, el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Vietnam ha propuesto abrir oficinas de promoción turística en mercados clave y desarrollar un ecosistema digital con inteligencia artificial, big data y plataformas globales como Google, Facebook y TikTok.
En 2025, el programa de estímulo turístico lanzará campañas de comunicación sincronizadas dentro y fuera del país, bajo el lema renovado “Viajar para amar”.
Además de priorizar mercados tradicionales como Japón, Corea del Sur y China, el país indochino ampliará su presencia en mercados emergentes como la India, Oriente Medio y América del Sur, donde la clase media crece rápidamente y el gasto turístico es elevado.
Hacia una estrategia de largo plazo
Con el objetivo gubernamental de crecer más del 8% y que el turismo aporte entre el 10 y el 12 % del Producto Interno Bruto (PIB), las políticas de visado deben actuar como “vacunas institucionales” que generen un entorno favorable para sectores como aviación, hostelería, comercio minorista y cultura.
Tres medidas clave incluyen ampliar la lista de países exentos, reducir los costos de visado y vincularlos más estrechamente con el comercio, la inversión y la educación.
A largo plazo, se necesita un mecanismo de coordinación entre el Estado, las empresas y el cuerpo diplomático para diseñar políticas proactivas, flexibles y ajustadas al mercado.
Una buena política de visado no necesita demasiada promoción: el turista ya se siente bienvenido desde el primer momento. Esa es la auténtica “llave blanda” para que Vietnam se integre más profundamente en el turismo global en la próxima década./.