Para compartir el dolor con las víctimas del Agente Naranja/Dionxina, se celebraron hoy en Vietnam una serie de las actividades en ocasión del Día Nacional de esos damnificados (10 de agosto).
En la ciudad central de Da Nang, la Asociación vietnamita de los afectados por el defoliante (VAVA) de la urbe desarrolló espectáculos musicales, juegos folclóricos, fiestas gastronómicas y exhibición de productos artesanales elaborados por las víctimas locales.
Durante los siete primeros meses del año, esa entidad logró recaudar un fondo valorado en tres millones de dólares destinados a los damnificados por ese tóxico, rociado por tropas estadounidenses en el territorio vietnamita durante la pasada guerra.
Según estadísticas, Da Nang cuenta con más de cinco mil víctimas de la sustancia mortífera, de ellos mil 400 son niños.
Mientras tanto, la VAVA en la provincia sureña de Soc Trang colaboró con agencias competentes para otorgar obsequios a víctimas locales.
La actividad humanitaria contó con la participación de Tran To Nga, una víctima francesa de origen vietnamita, quien exige ante un tribunal francés una compensación de las compañías estadounidenses productoras del letal químico.
En Soc Trang, To Nga recibió de 17 mil 500 firmas de pobladores locales en apoyo a su lucha jurídica.
Nacida en 1942, To Nga trabajó como corresponsal de guerra para la Agencia de Noticias de la Liberación, ahora la Agencia de Noticias de Vietnam (VNA), durante el período más feroz de la guerra. En 1966 y varios años después, vivió en las áreas más afectadas por la aspersión de herbicidas, incluyendo Cu Chi y Binh Long en la Ruta Ho Chi Minh.
Más tarde tuvo tres hijos. El mayor murió de un trastorno cardíaco y el segundo heredó thalassémie alpha, una enfermedad de la sangre, de ella.
De 1961 a 1971, la aviación norteamericana esparció 80 millones de litros de herbicida que contenían 400 kilogramos de dioxina, uno de los componentes químicos más tóxicos reconocidos por el hombre.
Se trata de la guerra química de mayor envergadura y larga que provocó las consecuencias más destructivas en la historia de la humanidad.
Al igual que To Nga, más de cuatro millones 800 mil personas resultaron expuestas al Agente Naranja. En varios sitios en Vietnam, el índice de la dioxina en el entorno, animales y pobladores supera cientos de veces al nivel permisible por el Departamento estadounidense de Protección Ambiental.
Numerosos estudios de científicos afirman que la tasa de infección, en especial de las enfermedades de cáncer y deformaciones congénitas en generaciones de hijos y nietos de los afectados, es más alta en los que nunca contactaron con el letal tóxico.-VNA