Ciudad de México (VNA)- La victoria de Vietnam en su lucha por la independencia el 30 de abril de 1975, junto con el triunfo del 9 de mayo de 1945 de la Unión Soviética en la Gran Guerra Patria, son dos hitos gloriosos de la humanidad en el siglo XX.
Aunque existen diferencias en el contexto geográfico e histórico, ambos eventos comparten una profunda similitud: son símbolos de la justicia y de los sacrificios elevados de sus pueblos y representan el internacionalismo proletario en la lucha por la libertad, la justicia y la paz.
Claudio De Negri, encargado de relaciones internacionales de Partido Comunista de Chile, afirmó que Vietnam y la Unión Soviética participaron en estas batallas no solo por la supervivencia de sus pueblos, sino también para defender los valores fundamentales globales, combinando el amor a la patria con la responsabilidad internacional.
Subrayó que estos eventos no son solo días de conmemoración para Vietnam y Rusia, sino también recuerdos universales de luchas justas por la paz.
Al hablar sobre el renacimiento y el desarrollo milagroso de Vietnam después de la guerra, De Negri, quien fue embajador de Chile en Hanoi, destacó que, hasta mediados de la década de 1980, Vietnam seguía siendo uno de los países más pobres del mundo, con una economía devastada por tres guerras sucesivas.

A pesar de un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de entre 100 y 200 dólares anuales y más del 70% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, Vietnam inició la renovación económica en 1986, convirtiéndose en uno de los principales exportadores de arroz del mundo.
En 2020, el PIB per cápita de Vietnam alcanzó los dos mil 800 dólares, y la tasa de pobreza extrema se redujo a menos del 2%. Este es otro triunfo grandioso, logrado no con armas, sino con resistencia y determinación, alabó.
Vietnam ha mantenido una tasa de crecimiento económico superior al promedio mundial y actualmente es uno de los principales exportadores de productos electrónicos y textiles del mundo. Empresas de renombre como Samsung, Intel y LG han elegido Vietnam como base estratégica de producción, acotó.
En su opinión, la nación indochina ha transitado de una economía centralizada a un modelo de economía de mercado con orientación socialista, lo que ha marcado un giro importante en el proceso de construcción de una sociedad próspera y un país pacífico, independiente y desarrollado por su propia fuerza.
En cuanto a las relaciones entre Chile y Vietnam, De Negri subrayó que Vietnam es fuerte no solo gracias a su poder interno y al amor de su pueblo, sino también por la solidaridad internacional, especialmente la de Chile.
En 1969, Salvador Allende, cuando era presidente del Senado de Chile, visitó el país sudesteasiático, donde se reunió con el Presidente Ho Chi Minh. En este encuentro histórico, Allende prometió establecer relaciones diplomáticas con Vietnam cuando fuera elegido presidente de Chile. Esa promesa se cumplió en 1971, cuando la nación austral abrió su embajada en Hanoi, lo que simboliza la solidaridad en los momentos más difíciles./.