
La decisión fue anunciada por el secretario de Salud, Francisco Duque, tras unareunión de emergencia entre todas las agencias gubernamentales implicadas enfrenar la epidemia.
Según datos oficiales divulgados en la ocasión, entre el 1 de enero y el 20 dejulio de 2019 se han registrado 146 mil 62 casos de dengue, el doble que en el mismoperíodo del año anterior.
El número de infectados va en ascenso en todo el país, a medida que las lluviasmitigan la sequía y más hogares tienen agua almacenada, hábitat en el que sereproduce fácilmente el mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la enfermedad.
La epidemia de dengue ha revivido el debate en el país sobre el uso deDengvaxia, una vacuna contra la enfermedad que se aplicó a más de un millón defilipinos en una intensa campaña de inmunización estatal entre 2016 y 2017,sobre todo en escuelas.
En noviembre de 2017, el Gobierno filipino paralizó el uso de esa vacunadespués de que su fabricante, la farmacéutica francesa Sanofi, admitiera quetenía efectos adversos. El caso se convirtió en un escándalo sanitario luegodel fallecimiento de varios niños inmunizados aunque no se ha podido probar larelación directa entre la aplicación de la Dengvaxia y esas muertes.
La vacuna, ahora autorizada en 20 países según la Organización Mundial de laSalud, está aprobada para su uso en personas de nueve años en adelante.
El dengue es un virus transmitido por mosquitos Aedes Aegypti, e infecta aaproximadamente 390 millones de personas en más de 120 países cada año, matandoa más de 25 mil de ellos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de una infección viral presente en las zonas tropicales y subtropicalesde todo el planeta, transmitida por la picadura de las hembras infectadas de esosinsectos, sobre todo en áreas urbanas y semiurbanas.
Se trata de la enfermedad infecciosa de más rápida expansión en el mundo, conun promedio de medio millón de contagios potencialmente mortales al año, y unas20 mil muertes, en su mayoría niños. – VNA