Hanoi (VNA)- Las organizaciones internacionales aún confían en la resiliencia de la economía vietnamita frente a “vientos en contra”, como los graves daños causados por el reciente tifón Yagi que, según el Ministerio de Planificación e Inversión, afectan hasta el 0,15% del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país este año.
En su último informe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su previsión de crecimiento de la economía vietnamita en 2024 al 6,1%, cifra superior al pronóstico de casi el 6% publicado en junio pasado.
No sólo el FMI, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) también se muestra optimista con sus estimaciones de que el PIB de Vietnam alcanzará tasas de crecimiento del 6% y del 6,2% en este año y el próximo, respectivamente.
Mientras tanto, el banco británico HSBC también mantuvo su pronóstico sobre el crecimiento de la economía del país indochino en el 6,5% tanto para 2024 como para 2025, pues el sector manufacturero ha resurgido con fuerza y la inflación avanza en una dirección positiva.
La pregunta que se plantea es si las organizaciones internacionales son demasiado optimistas, cuando el objetivo de mantener la estabilidad macroeconómica, controlar la inflación y garantizar importantes equilibrios de la economía enfrenta desafíos, incluidos los cambios geopolíticos externos. Además, los desastres naturales, las epidemias, la intrusión de agua salada y el cambio climático siguen acechando y amenazando con arrebatar los logros positivos de la economía en los primeros meses del año.
La respuesta es "No". Tras la consulta periódica a finales de agosto pasado, el FMI destacó que la mejora de la economía se debe principalmente a la fuerte demanda externa, la inversión extranjera directa (IED) estable y la política de adaptación gubernamental. La institución valoró especialmente la rápida respuesta del Gobierno vietnamita para mantener la estabilidad macrofinanciera a pesar de que el proceso de recuperación pospandemia haya enfrentado muchos obstáculos dentro y fuera del país. También saludó las acciones de Vietnam de enmendar la Ley de Instituciones Crediticias, promulgar el VIII Plan Eléctrico y planificar la construcción de un sistema de comercio de cuotas de emisiones para cumplir los objetivos climáticos y promover la seguridad energética.
El director nacional del BAD en Vietnam, Shantanu Chakraborty, al compartir su opinión de que la economía vietnamita “mantendrá su impulso de crecimiento a pesar de las incertidumbres globales”, también mencionó que esta recuperación sólida es el resultado de “la mejora de la producción industrial y un fuerte repunte del comercio”.
Las instituciones financieras internacionales tienen motivos suficientes para ser entusiastas sobre la resiliencia de la economía de Vietnam, una "estrella en ascenso en Asia", como lo llamó el escritor estadounidense Sam Korsmoe, que vivió y trabajó en el país durante casi 20 años.
Según los expertos del BAD, la recuperación del comercio y las entradas positivas de IED serán los principales motores del crecimiento de la economía. Durante el período comprendido entre enero y agosto de 2024, las exportaciones y las importaciones de Vietnam se recuperaron fuertemente, aumentando un 15,8% y un 17,7% respectivamente frente al mismo período de 2023. La restauración económica también estuvo respaldada por el repunte del sector turístico y la producción agrícola estable.
Sin embargo, pronosticar la "salud" de una economía nunca es un asunto sencillo. Desde principios de 2024 hasta ahora, el mundo sigue testimoniando fluctuaciones cada vez más complejas e impredecibles, con factores que cambian muy rápidamente, más allá de la capacidad de previsión de los países y las organizaciones internacionales, lo cual crea una presión para el crecimiento macroeconómico.
El FMI señaló que los riesgos para la economía de Vietnam siguen siendo elevados. Las exportaciones, un motor clave de la economía nacional, podrían debilitarse si el crecimiento global no cumple con las expectativas, las tensiones geopolíticas globales persisten o se intensifican las disputas comerciales. Dadas las condiciones monetarias laxas, si las presiones cambiarias persistieran por más tiempo, podrían llevar a un un aumento de la inflación interna.
Los expertos consideran que las soluciones y políticas de gestión del Gobierno vietnamita en los últimos tiempos han respondido oportunamente a las fluctuaciones del entorno macroeconómico externo, apoyando a la economía para competir con otros países para no "quedarse atrás" en las principales tendencias globales. El Gobierno también se ha centrado en abordar los obstáculos relacionados con el crecimiento y el desarrollo.
Hasta finales del tercer trimestre de 2024, la economía de Vietnam ha demostrado su resiliencia en tiempos difíciles. Al hablar de los esfuerzos del país para superar las consecuencias del Yagi, Shantanu Chakraborty los calificó de extraordinarios.
Según el experto, el Gobierno vietnamita se empeña en controlar la inflación y lograr un crecimiento económico del 7% en 2024. Estos objetivos no son demasiado ambiciosos a pesar de que sólo le quedan al año tres meses./.
Economía de Vietnam: Expectativas para mantener el ritmo de crecimiento
En el contexto de la inestabilidad económica global, la economía de Vietnam continúa recuperándose sólidamente y la inflación avanza en una dirección más favorable, lo que representa bases sustentables para que las organizaciones internacionales mantengan las previsiones de crecimiento del país para este año y el próximo, a pesar de los impactos causados por el supertifón Yagi.