Hanoi, (VNA)- La Administración de Mar e Islas de Vietnam se empeñarán en establecer el Plan Nacional de Acción para la reducción de residuos plásticos en los océanos hasta 2030, en respuesta a una exigencia del Gobierno según la estrategia de desarrollo sostenible de la economía marítima.
De acuerdo con Ta Dinh Thi, jefe de ese departamento, el gabinete presta especial atención al cumplimiento de las políticas y medidas destinadas a controlar la contaminación ambiental por los desechos, en especial los que resultan difíciles para descomponer, al lado de la estimulación del reciclaje y el impulso del crecimiento “verde”.
Según el plan, Vietnam aspira a convertirse en un país pionero en esas actividades y a transformar de forma radical el conocimiento y las acciones de la comunidad tanto en la producción y consumo como en la acumulación y tratamiento de los desperdicios de ese tipo.
Figuran entre las metas principales la reducción hasta 2025, en un 50 por ciento, de los residuos vertidos en los océanos y el rechazo del uso de los mismos por parte del 80 por ciento de las áreas turísticas costeras e igual porcentaje de zonas de conservación marítima, así como elevar esas cifras al 100 por ciento en 2030.
Con el fin de garantizar la eficiencia de esas actividades, se realizarán monitoreos ambientales anuales y ordinarios, así como estudios científicos sobre el impacto de la polución marítima, por los desechos plásticos y microplásticos, en los recursos naturales, el entorno, el ecosistema y la vida del ser humano.
Asimismo, los especialistas involucrados establecerán una base de datos sobre el tema, con el fin de facilitar el intercambio de los mismos con la región y el mundo.
De acuerdo con lo planificado, el país sudesteasiático se propone, además, elevar la conciencia de los funcionarios, además de fomentar la cooperación con otras naciones y organizaciones internacionales y no gubernamentales.- VNA
Según el plan, Vietnam aspira a convertirse en un país pionero en esas actividades y a transformar de forma radical el conocimiento y las acciones de la comunidad tanto en la producción y consumo como en la acumulación y tratamiento de los desperdicios de ese tipo.
Figuran entre las metas principales la reducción hasta 2025, en un 50 por ciento, de los residuos vertidos en los océanos y el rechazo del uso de los mismos por parte del 80 por ciento de las áreas turísticas costeras e igual porcentaje de zonas de conservación marítima, así como elevar esas cifras al 100 por ciento en 2030.
Con el fin de garantizar la eficiencia de esas actividades, se realizarán monitoreos ambientales anuales y ordinarios, así como estudios científicos sobre el impacto de la polución marítima, por los desechos plásticos y microplásticos, en los recursos naturales, el entorno, el ecosistema y la vida del ser humano.
Asimismo, los especialistas involucrados establecerán una base de datos sobre el tema, con el fin de facilitar el intercambio de los mismos con la región y el mundo.
De acuerdo con lo planificado, el país sudesteasiático se propone, además, elevar la conciencia de los funcionarios, además de fomentar la cooperación con otras naciones y organizaciones internacionales y no gubernamentales.- VNA