Nueva York (VNA) – Myanmar y las Naciones Unidas (ONU) firmaron un memorando de entendimiento que permite a esa organización obtener el acceso y participar en la solución de la crisis en el estado Rakhine y la asistencia a la repatriación de los rohingyás.
El vocero del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, apuntó que el documento, suscrito la víspera entre el gobierno myanmeno, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tiene como objetivo garantizar una repatriación voluntaria, segura y sostenible.
Añadió que la mayoría de los musulmanes minoritarios Rohingya en Myanmar no poseen carné de identidad ni derecho ciudadano después de abandonar su tierra natal.
En virtud de ese memorando de entendimiento, el ACNUR coordinará con el gobierno del país sudesteasiático los preparativos del regreso voluntario de los refugiados y evaluará los sitios donde se realizará de forma piloto la repatriación.
Mientras, el PNUD cooperará con Naypyidaw en la reconstrucción y desarrollo de esas comunidades.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aplaudió el nuevo acuerdo, considerándolo como el primer paso para identificar las causas del conflicto en Rakhine.
También llamó a Myanmar a enfrascarse en implementar el pacto, e instó a poner fin a la violencia, recuperar la vida normal de los refugiados y ofrecer la asistencia humanitaria a los mismos.
Mientras, el representante del país asiático ante la ONU, Giuseppe De Vincentiis, manifestó su esperanza de que esa organización implemente el acuerdo lo más pronto posible, y aseguró que la primera fase de la evaluación de los sitios seleccionados para la repoblación se concluirá en los próximos meses.
Sin embargo, admitió que una repatriación a gran escala no ocurrirá en el futuro cercano, dadas las condiciones desfavorables en la actualidad.
Alrededor de 700 mil musulmanes abandonaron sus viviendas en Myanmar para llegar a Bangladesh después de que el ejército desplegara operaciones militares contra rebeldes en Rohingya en agosto de 2017.
Ambos países firmaron un acuerdo para la repatriación de los refugiados en noviembre pasado, pero solo un pequeño número de ellos regresaron a su tierra natal, debido a las preocupaciones por su seguridad. – VNA
El vocero del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, apuntó que el documento, suscrito la víspera entre el gobierno myanmeno, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tiene como objetivo garantizar una repatriación voluntaria, segura y sostenible.
Añadió que la mayoría de los musulmanes minoritarios Rohingya en Myanmar no poseen carné de identidad ni derecho ciudadano después de abandonar su tierra natal.
En virtud de ese memorando de entendimiento, el ACNUR coordinará con el gobierno del país sudesteasiático los preparativos del regreso voluntario de los refugiados y evaluará los sitios donde se realizará de forma piloto la repatriación.
Mientras, el PNUD cooperará con Naypyidaw en la reconstrucción y desarrollo de esas comunidades.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aplaudió el nuevo acuerdo, considerándolo como el primer paso para identificar las causas del conflicto en Rakhine.
También llamó a Myanmar a enfrascarse en implementar el pacto, e instó a poner fin a la violencia, recuperar la vida normal de los refugiados y ofrecer la asistencia humanitaria a los mismos.
Mientras, el representante del país asiático ante la ONU, Giuseppe De Vincentiis, manifestó su esperanza de que esa organización implemente el acuerdo lo más pronto posible, y aseguró que la primera fase de la evaluación de los sitios seleccionados para la repoblación se concluirá en los próximos meses.
Sin embargo, admitió que una repatriación a gran escala no ocurrirá en el futuro cercano, dadas las condiciones desfavorables en la actualidad.
Alrededor de 700 mil musulmanes abandonaron sus viviendas en Myanmar para llegar a Bangladesh después de que el ejército desplegara operaciones militares contra rebeldes en Rohingya en agosto de 2017.
Ambos países firmaron un acuerdo para la repatriación de los refugiados en noviembre pasado, pero solo un pequeño número de ellos regresaron a su tierra natal, debido a las preocupaciones por su seguridad. – VNA
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