Con una tasa de crecimiento del 6,6% en 2025, Vietnam liderará el impulso económico en la región de Asia Oriental-Pacífico, anunció el Banco Mundial (BM) en un informe reciente.
De acuerdo con la institución financiera, le siguen al país indochino Mongolia y Filipinas con un crecimiento del 5,9 % y el 5,3 %, respectivamente, mientras que se pronostica un crecimiento en torno al 4,8 % para China, Camboya e Indonesia.
El informe del BM resalta que, en medio del volátil panorama regional, Vietnam se ha erigido como un ejemplo de estabilidad, con una recuperación consistente de la producción y el consumo internos.
Los expertos reconocieron la capacidad de gestión de políticas de Vietnam para conservar la estabilidad macroeconómica, regular la inflación y apoyar la recuperación de las empresas tras la pandemia de la COVID-19.
El economista jefe para Asia Oriental y el Pacífico del Banco Mundial, Aaditya Mattoo, explicó que cerca del 80% de los nuevos empleos en Vietnam son creados por empresas jóvenes y dinámicas, lo cual demuestra la vitalidad del sector privado.
Aunque, alertó que la proporción de empresas jóvenes en el sector empresarial ha decrecido en los últimos años, lo que refleja desafíos estructurales y del ambiente de negocios.
Puntualizó que el país indochino ha logrado avances notables en la especialización de su sector industrial y de servicios, fundamentalmente en aquellos campos de mayor valor agregado.
Entre los factores que determinarán la capacidad de Vietnam para aprovechar las oportunidades que ofrece la transformación de las cadenas de suministro globales mencionó
las reformas institucionales más sólidas y la mejora de la productividad laboral.
Según el experto, la estrategia "China +1" brinda enormes oportunidades para atraer inversiones, pero la integración de Vietnam en las redes de producción regionales sigue siendo moderada.
El informe también advirtió sobre el impacto de los nuevos aranceles de Estados Unidos en los actores regionales con una fuerte exportación.
Para el caso específico de Vietnam, Mattoo significó que las contramedidas deben ir más allá de la diversificación de las exportaciones para robustecer la demanda interna y elevar la elaboración de productos con valor agregado.
Sugirió además acelerar la transformación digital, mejorar la capacidad de gobernanza y promover la innovación en el sector privado son los principales impulsores de la próxima fase de crecimiento.
Otra de sus propuestas esenciales es aumentar la productividad laboral para instaurar un modelo de crecimiento cualitativo, liderado por industrias de mayor valor añadido.
El BM reitera que las reformas institucionales, la innovación y la capacitación de la fuerza laboral no solo sostendrán la alta tasa de crecimiento de Vietnam, sino que también elevarán la calidad del crecimiento, avanzando hacia un progreso más sostenible e inclusivo.
Según la entidad bancaria, la expansión general de la región de Asia Oriental-Pacífico se moderaría al 4,8% este año desde el 5% en 2024, y luego disminuiría aún más al 4,3% en 2026, a causa de las barreras comerciales, las incertidumbres geopolíticas y la dependencia del estímulo fiscal.
Pese a esas limitaciones, la región se mantiene como un punto brillante a nivel global, estimulada por su resiliencia y un amplio margen para la reforma estructural.
En un contexto mundial convulso, el BM alerta que el exitoso modelo de crecimiento inclusivo del este de Asia se enfrenta a nuevos desafíos. Uno de ellos es que el aumento del empleo se ha concentrado en trabajos de servicios de baja productividad, a menudo en el sector informal, con escasas posibilidades de ascenso.
Asimismo, los jóvenes tienen dificultades para encontrar empleo y las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en el mercado laboral.
Otro reto latente en la precarización, pues si bien se prevé que 25 millones de personas salgan de la pobreza entre 2025 y 2026, la proporción de la población vulnerable es actualmente mayor que la de la clase media en la mayoría de los países de la región./.