Al hablar del futuro económico de Vietnam la transformación digital y la innovación son factores vitales y para el 2025 se espera un cambio significativo en esos ámbitos, sobre todo con el impulso de la tecnología 4.0.
Sin embargo, en un contexto internacional marcado por drásticos cambios geopolíticos, una carrera tecnológica desigual y la constante presión inflacionaria, la economía de Vietnam en el año próximo enfrentará tanto desafíos como oportunidades, y la nación indochina no escapa de esa realidad.
Sobre los principales motores para mantener un desarrollo socioeconómico estable en Vietnam conversó el subjefe del Instituto de Gestión Económica Central (CIEM), Luong Van Khoi, con el periódico electrónico VietnamPlus de la Agencia Vietnamita de Noticias.
El funcionario también abordó las medidas a seguir por el país del sudeste asiático para aprovechar las oportunidades y superar las dificultades, así como el desempeño económico en 2024 y su perspectiva para el próximo año.
Pregunta: Desde su punto de vista, ¿Cómo valoraría la situación económica de Vietnam en 2024?
Luong Van Khoi: La economía de Vietnam en el año en curso registró avances notables. En primer lugar, se debe hacer referencia a la gestión decidida del Partido Comunista, el Estado y el Gobierno en la resolución de dificultades para la asignación de fondos para la inversión pública.
En los primeros 11 meses de este año volumen de exportaciones aumentó fuertemente, superando la cifra de 2023 y acercándose al nivel de 2022.
Pronostico que el crecimiento económico será de alrededor del 7,25%, debido a la gestión efectiva del Gobierno y la creciente demanda del mundo, a pesar de las incertidumbres políticas.
En segundo lugar, el flujo de inversión extranjera directa (IED) manifestó señales de recuperación satisfactorias, con más de 21 mil millones de dólares desembolsados en de enero a noviembre.
La inversión realizada por el sector privado nacional ha crecido marcadamente. La proporción del capital de inversión ejecutado de este sector en el total de inversión anual toda la sociedad alcanzó entre el 55% y el 59,5%, un nivel alto en relación con los años antes de la pandemia de la COVID-19.
Este desempeño evidencia que, aunque la proporción entre el número de empresas que se retiran del mercado en comparación con el número de las que ingresan en los últimos años resulta alta, no es demasiado preocupante.
Además, desde el Gobierno central hasta las localidades se han impulsado la innovación y la transformación, siendo factores clave que estimulan el crecimiento socioeconómico.
En mi opinión, las empresas en industrias clave y de vanguardia que implementan automatización han visto un importante incremento en su productividad, como en la industria del acero, donde la productividad se elevó hasta un 50%.
Igualmente, se ha incrementado la demanda interna también, lo que contribuye a la mejora de los ingresos y la productividad laboral en comparación con el período de la pandemia de la COVID-19.
- Además de esos puntos positivos que usted mencionaba, ¿cuáles han sido las principales deficiencias de la economía durante este año?
Luong Van Khoi: Uno de los mayores desafíos sigue siendo la ejecución de la inversión, pues la tasa de desembolso de los fondos del presupuesto estatal en los 11 primeros meses de este año logró solo el 73,5%, con la inversión pública ejecutada solo al 54,8%, un nivel inferior al mismo período del año previo.
Aunque las autoridades locales de urbes importantes como Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh se han comprometido a acelerar el proceso, sigue siendo un reto poder cumplir con los objetivos establecidos.
Otra problemática, es que el sector económico nacional no ha contribuido significativamente al crecimiento. Por ejemplo, las locomotoras económicas como Ciudad Ho Chi Minh, Hanoi, Binh Duong, Dong Nai y Ba Ria-Vung Tau han experimentado una reducción en su proporción en el Producto Interno Bruto (PIB) total.
Esta situación se debe a que estas metrópolis han alcanzado su límite de desarrollo, mientras que otras provincias ahora están comenzando a distinguirse.
También se podría mencionar como una problemática la falta de eficiencia empresarial. Desde los análisis del CIEM, hemos determinado que, aunque la rentabilidad de las empresas ha crecido casi el doble en la última década, sigue sin cumplir las expectativas previstas.
Igualmente, las principales industrias de exportación, como el calzado, la electrónica y la confección, solo lograron cerca del 50% de la eficiencia según los criterios técnicos y de escala.
Este desempeño se debe tanto a factores internos en las empresas como calidad de la fuerza laboral y gestión, como a factores externos relacionados con el entorno de inversión, los choques globales y la respuesta de Vietnam ante estos acontecimientos.
Además, las industrias continúan siendo principalmente de subcontratación y generan un valor agregado bajo. Si se eleva la eficiencia empresarial, Vietnam podría lograr un crecimiento de dos dígitos.
- Pregunta: Teniendo en cuenta el desempeño del 2024 y las previsiones para el año próximo, ¿Cuáles son las perspectivas económicas de Vietnam en 2025?
Luong Van Khoi: En mi opinión, Vietnam tiene posibilidad para lograr el objetivo del crecimiento del PIB del 8%. Las ventas al exterior se seguirán desarrollando, gracias a una serie de tratados de libre comercio (TLC), especialmente los de nueva generación.
Sin embargo, no podemos perder de vista que el nuevo mandato del presidente de Estados Unidos Donald Trump, pueda afectar a Vietnam, y esto podría conllevar a que los flujos de IED se desvíen de otros países del sudeste asiático.
Pero tenemos como aspecto positivo que el Gobierno está enfocado en atraer IED hacia sectores industriales emergentes como semiconductores e inteligencia artificial (IA).
La implementación de la resolución número 52-NQ/TW, del 27 de diciembre de 2019 del Buró Político sobre la cuarta revolución industrial y la transformación digital hasta 2030, con visión a 2050, creará un impulso importante para desarrollar la fuerza productiva, perfeccionará las relaciones de producción y transportará al país hacia una nueva era de progreso.
Con ello también se generará un marco legal favorable para aplicar la tecnología 4.0, la transformación digital y contribuirá de manera general al crecimiento económico.
Para alcanzar de forma satisfactoria esas metas es fundamental invertir más en agricultura de alta tecnología y la agricultura orgánica.
En un contexto satisfactorio, la inversión privada continuará creciendo significativamente. Por su parte, la inversión pública en infraestructura, especialmente en importantes proyectos como el ferrocarril norte-sur y la energía nuclear, crearán nuevas fuentes de crecimiento.
De igual forma, la ejecución de planes de desarrollo económico y social en 63 provincias será un factor de apoyo positivo para la economía nacional. A ello se suma la simplificación del aparato gubernamental, lo que sentará una base sólida para el crecimiento en el año venidero.
- Pregunta: Desde su punto de vista, ¿Cómo influirá la nueva política de Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump a la economía vietnamita?
Luong Van Khoi: La política de Washington tiene un gran impacto en Vietnam, especialmente en el mercado de exportación, donde la nación indochina tiene un superávit comercial significativo.
Por ese motivo, la posible imposición de aranceles a los productos exportados hacia la nación norteamericana podría dificultar la economía de Vietnam.
Asimismo, la retirada de Estados Unidos del acuerdo climático de París plantea un desafío para el compromiso vietnamita de cero emisiones netas para 2050.
Trump regresará a la Casa Blanca con una gran deuda gubernamental, lo que lleva a que su política fiscal se enfoque en medidas monetarias expansivas para atraer inversiones y estas iniciativas podrían tener un gran impacto en el tipo de cambio y en las exportaciones de Vietnam.
Aunque, la política rigurosa de Estados Unidos hacia China puede ofrecer oportunidades para que Vietnam atraiga flujos de inversión que se desplacen. El país del sudeste asiático podría erigirse como un nuevo centro de producción regional y mundial, atrayendo inversión tanto en tecnología avanzada como en otros sectores tradicionales.
- ¡Muchas gracias!