Hanoi, 07 dic (VNA)- La aldea de Dong Ngac es una de las pocas antiguas que todavía conservan los valores históricos y los espacios culturales ancestrales de los pueblos suburbanos ante la tendencia actual hacia la urbanización rápida.

Situada a unos diez kilómetros del centro de Hanoi, la aldea antigua, en el distrito de Bac Tu Liem, es conocida por su casa comunal, numerosas viviendas añosas y residencias dedicadas a la veneración de progenitores de cientos de años de antigüedad.
Aldea de Dong Ngac, lugar de valores historicos y culturales hinh anh 1Aldea Dong Ngac del distrito Tu Liem, Ha Noi, Fuente: Internet

Al recorrer la aldea, no se puede perder una visita a la casa comunal que, según el anciano Phan Trac Thuat (de 92 años de edad), fue construida en 1653; cuenta con siete compartimentos más dos dependencias anexas y estaba dedicada a tres genios: Cielo, Humanidad y Tierra (el Cielo es el espíritu de DocCuoc; la Humanidad es un general quien fue nombrado como el almirante Dong XuyenHau; la Tierra es la divinidad tutelar del pueblo).
Cada 9 de enero del calendario lunar, los aldeanos organizan un festival para realizar la procesión de los tres genios.
Además, en este sitio se conservan muchas huellas de las tradiciones ancestrales de un pueblo con muchos hombres estudiosos. Hasta el presente, se conservan 20 estelas doctorales de residentes locales, desde la dinastía de Le a la de Nguyen.

Según Nguyen Van Phu, jefe del pueblo, Dong Ngac todavía conserva decenas de residencias antiguas edificadas hace más de cien años, que eran hogares de intelectuales occidentales o de prósperos comerciantes. De ellas, muchas son de madera de palo fierro con numerosas obras maestras de tallas elaboradas por talentosos artesanos.

Al visitar Dong Ngac, a los turistas se les lleva a recorrer las casas dedicadas a honrar a los progenitores de las familias Phan, Pham, Hoang, Do y Nguyen, cuyos descendientes aún guardan valiosas reliquias.

Especialmente se destaca la de los Do, edificada hace más de 300 años, donde se honra al anciano Do The Giai, quien fue nombrado rey de honor bajo la dinastías Le y Trinh y también reconocido como divinidad tutelar de primera categoría del pueblo cuando falleció.

La edificación dedicada a venerar a progenitores de la familia Do es considerada como la segunda casa comunal de la aldea, debido a que cuenta con un gran espacio entre su fachada y el sitio donde se realizan sacrificios a la divinidad.

A su alrededor hay jardines con árboles verdes y muchos objetos ancestrales, como jarras para almacenar agua, molinos de piedra, gongs, frases paralelas en chino, altares, y objetos para la procesión y el sacrificio. Sobre dos tortugas se encuentran dos grullas de dos metros de altura, hechas de madera preciosa, las cuales, con dos estelas en la zona de sacrificios, han sido consideradas como los objetos más valiosos de esta casa comunal.
  
Do Quoc Hien, propietario de la residencia de la familia Do, expresó que a pesar de muchas vicisitudes históricas, los descendientes siguen conservando sus valores arquitectónicos, gracias a los cuales muchos equipos de producción cinematográfica han podido realizar vídeos o documentales acerca del estilo antiguo de vida de los vietnamitas. –VNA