Desde hace años, el fideo de arrozblanco (Bun) elaborado por los pobladores de la aldea Phu Do, deldistrito Tu Liem, es una de las quintaesencias de Ha Noi, que cumpleeste año su primer Milenio de fundación.
En unavisita a este pueblo, podemos sentir el bullicio de los molinos deharinas de arroz, materia prima para hacer “Bun”, en todas las esquinasde la aldea donde la elaboración de este producto se convierte en unarte creativa de los lugareños.
La señora Nguyen Thi Dao, cuya familia tiene tres generacionesdedicadas a este oficio, nos contó que nadie en el pueblo conoce cuandoapareció la profesión y quién la estableció.
Al referirse al “Bun”, hablamos de un plato típico vietnamita. Es muypopular y se puede encontrar en todas las calles, desde los puestosambulantes hasta los restaurantes lujosos, dijo.
Se trata de fibras blanditas muy básicas para hacer los famosos Pho(Sopón) de distintos sabores. Y el Bun se puede consumir con sólomojarlo en salsa de pescado o de camarón.
La preparación de los fideos cuesta mucho trabajo, empezando por laselección de granos que deben ser glutinosos y remojados en aguadurante más de 12 horas para el verano y casi un día en el invierno.
El septuagenario Nghiem Van Tinh nos reveló que los aldeanos de Phu Dotienen un don para hervir y evaluar el punto de cocido, el paso másimportante que muestra la habilidad de esos “artistas” de la cocina.
Los aldeanos fabrican anualmente unas cinco mil toneladas de productos,lo que representa cerca de la mitad del mercado de Ha Noi, reveló yprecisó que los fideos Phu Do sabe muy diferentes a los demás no sólopor su colo sino también por la calidad.
Como consecuencia de la urbanización e industrialización, la profesiónestá desapareciendo. Sin embargo, algunos familiares insisten encontinuar la tradición de sus antepasados al invertir en la compra deequipos y para comercializar ese alimento./.
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