Originado de la leyenda sobre el bodhisatva Mandglyayana, uno de los apóstolesmás destacado del Buda, quien salvó a su madre de encarnarse en un demoniohambriento, el ritual se convirtió en un festejo anual para agradecer uno delos cuatro grandes favores que cada ser humano disfruta en su vida.
En Vietnam, con el budismo como el culto más influyente y arraigado, el Vu Lansobrepasó al acto religioso para ser una ceremonia cultural popular y unaoportunidad para encuentros familiares, incluso para los ateos.
Los vietnamitas brindan también en esta ocasión ofrendas a las almas errantes,o sea, los fallecidos sin hijos que no disfrutan del amor y gratitudfiliales.
Resultan habituales también las entregas en Vu Lan de donaciones a personaspobres, niños huérfanos o ancianos desamparados, así como los homenajes a losmártires y antiguos héroes nacionales.
De acuerdo con el bonzo Thich Thanh Tuan, miembro del Consejo Ejecutivo de laSangha Budista de Vietnam, se trata de una acción para disminuir los pecados y“almacenar el bien” para las vidas posteriores, tanto en este como en el otromundo. – VNA