Yakarta (VNA)- El crecimiento de Indonesia alcanzó 5,02 por ciento en el tercer trimestre de 2019, el nivel más bajo registrado en más de dos años, según las estadísticas oficiales.
La cifra fue cercana al crecimiento de 5,01 por ciento pronosticado por la agencia Reuters y menor a la expansión del 5,05 por ciento en el segundo trimestre.
Aunque Indonesia, la mayor economía del Sudeste Asiático, depende más de la demanda interna, su crecimiento también se ha visto afectado por la desaceleración del comercio mundial, ya que la disputa arancelaria entre Estados Unidos y China afectó sus exportaciones. Eso a su vez ha incidido negativamente en el consumo interno en general.
El Banco de Indonesia (BI) redujo las tasas de interés cuatro veces en un total de 100 puntos básicos desde julio, y se espera que las disminuya nuevamente en los próximos meses.
El presidente indonesio, Joko Widodo, quien ganó la reelección en abril prometiendo más oportunidades de inversión, está bajo presión para evitar una fuerte recesión.
Sin embargo, Widodo tiene poco margen para abrir la llave fiscal, ya que los ingresos del Gobierno se han visto afectados por las débiles ganancias corporativas y la desaceleración más amplia.
En su toma de posesión el mes pasado, el mandatario reiteró sus ambiciosos planes de convertir a Indonesia en una de las cinco economías más importantes del mundo para 2045, con un Producto Interno Bruto (PIB) de siete billones de dólares. Para lograrse ese propósito, la inversión debe desempeñar un papel mucho más importante.
Como reflejo de la disminución de las expectativas, el ministro de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati, recortó en agosto la perspectiva de crecimiento del PIB de 2019 a 5,08 por ciento, en comparación con un objetivo inicial del 5,3 por ciento.
El 4 de noviembre, dijo que el déficit fiscal podría ampliarse al dos por ciento del PIB este año, frente al 1,84 por ciento planeado originalmente, debido a las presiones de ingresos./.
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