Che kho, un delicioso plato de Hanoi

Hanoi (VNA) - Cuando se trata de Hanoi, muchas personas recuerdan el che kho, una compota de soja verde cocida, convertida en un rasgo familiar y característico que trae a la mente muchas memorias de generaciones de hanoyenses.
Este plato era utilizado por los antiguos hanoyenses para adorar a Buda y a los antepasados. También es un delicioso postre para los invitados. La imagen familiar es el che kho cortado en forma de flor de Diospyros decandra con una tetera de loto.
Cocinarlo es bastante
laborioso. El ingrediente principal es la soja verde, que debe prepararse con
un mes de antelación. La mejor compota debe hacerse con granos pequeños,
enteros, con semillas diminutas y un corazón verde claro; no con los granos
grandes de corazón amarillo que se venden en todo el mercado. Además, hay que
alistar otros ingredientes, como azúcar, sésamo tostado y Lanxangia tsaoko.
Hoy en día, muchas
personas reemplazan ese último compuesto con vainilla y en algunos lugares no
emplean azúcar, sino melaza; pero no importa cómo se hagas, a la manera antigua
sigue siendo más deliciosa.
Los ingredientes
principales del che kho incluyen la soja verde, azúcar blanca y sésamo.
El che kho es
utilizado por muchos hanoyenses para adorar a Buda y a los antepasados, y es
muy popular en mercados grandes y pequeños de Hanoi.
La soja se remoja en
agua fría durante seis horas. Luego se descascara y se extraen las semillas
negras y migas, se espolvorea con un poco de sal, se escurre el agua y se
cocina en una olla. Cuando esté lista, se hace un puré, se exprime y se divide
en porciones en forma de pomelos pequeños, que se cortan en rodajas finas, las
cuales, a su vez, se van cortando para que la soja quede bien suave.
El azúcar blanco se
mezcla con agua, se hierve y se deja enfriar, para unirla con la soja
preparada. La mezcla se revuelve bien, se pone a guisar y se va bajando el
fuego gradualmente. Se hierve un poco de jugo de Lanxangia tsaoko, se filtra el
agua clara y se vierte en la olla del che kho.
Después de cocido, se
pone en platos, esparcido uniformemente, y se espolvorea con semillas de sésamo
blanco tostadas.
Dependiendo de los
gustos y preferencias, cada familia cocina el che kho con sabores diferentes,
con aroma a Lanxangia tsaoko, vainilla, flores de pomelo o de jazmín...
Al degustar este
platillo suave, sedoso y fresco, puede sentir la poesía de la cocina de
Hanoi./.