Hanoi (VNA)- En la era digital, las empresas privadas de Vietnam enfrentan grandes desafíos en innovación y crecimiento sostenible, por lo que el aprovechamiento de recursos compartidos puede ser clave para reducir costos y mejorar la competitividad.
Sin embargo, según expertos, para que esta solución sea viable, se requiere una política de apoyo eficaz y un mecanismo de cooperación flexible entre las empresas y las partes involucradas.
La Resolución 57/NQ-TW establece como objetivo destinar el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) a investigación y desarrollo (I+D), con un 60% proveniente de empresas y la sociedad. Las pequeñas y medianas empresas enfrentan dificultades financieras e infraestructurales, por lo que los laboratorios compartidos son una solución clave.
Vietnam invirtió en 15 laboratorios nacionales principales, pero su eficacia fue baja por la falta de mecanismos de uso compartido y fondos de mantenimiento. Equipos obsoletos han llevado al cierre de muchos, pese a la gran demanda. Recientemente, algunas universidades e institutos han recibido apoyo para construir laboratorios, pero operan de forma cerrada.

El doctor Nguyen Quan, exministro de Ciencia y Tecnología, propuso invertir en nuevos laboratorios nacionales para proyectos estratégicos como semiconductores, energía nuclear, trenes de alta velocidad Norte-Sur, procesamiento agrícola o salud. Es crucial establecer mecanismos de gestión que garanticen un uso eficiente. El Parque de Alta Tecnología Hoa Lac fomenta el uso compartido de infraestructura, implementando laboratorios abiertos para apoyar la investigación e innovación.
Las empresas esperan que el uso de equipos compartidos reduzca costos, impulse la innovación y fomente la colaboración. Sin embargo, enfrentan dificultades para acceder a información tecnológica, carecen de capital y personal calificado.
Pham Duc Nghiem, subdirector de la Oficina de emprendimiento y empresas tecnológicas, del Ministerio de Ciencia y Tecnología, sugiere financiar proyectos colaborativos entre institutos, universidades y empresas para aprovechar expertos e infraestructura, acelerando la transferencia tecnológica.
Las empresas desean que el Estado cree una base de datos de expertos para abordar problemas específicos. Los científicos deben ofrecer información sobre sus productos y capacidades de apoyo. Los institutos y universidades deben formar equipos especializados para ayudar a las empresas a innovar para sentar las bases hacia una colaboración mutuamente beneficiosa.
La escasez de personal calificado impide que las pequeñas empresas adopten tecnologías avanzadas, por lo que los centros de investigación deben proporcionar capacitación adaptada a sus necesidades. Un fondo de capital de riesgo, inspirado en modelos exitosos de Estados Unidos, Israel y Corea del Sur, es esencial para apoyar sus proyectos tecnológicos y minimizar riesgos.
Las empresas necesitan políticas innovadoras para acceder a recursos y ejecutar proyectos estratégicos, lo que les permitirá competir globalmente y contribuir al crecimiento sostenible de la economía./.