En detalle, la Grab está obligada a pagar cuatro millones 700 mil dólares y su socio, cuatro millones 800 mil dólares.
Además, las dos empresas deben implementar medidas parareducir el precio de servicio al nivel reportado antes de la adquisición ypermitir a sus choferes a utilizar servicios de otras firmas que operan en estarama económica.
A su vez, representantes de Grab en Singapur confirmaronque el acuerdo con Uber respeta las leyes locales sin violar las normas decompetencia.
En marzo pasado, el contrato de colaboración entre Grab, con sede en Singapur, y la compañía estadounidense de Uber, atrajo la atención y supervisiónde las agencias gubernamentales singapurenses.
De acuerdo con el documento firmado entre esas dosentidades, Grab adquirió todas las operaciones de Uber en el Sudeste Asiático,mientras que la firma norteamericana recibió el 27,5 por ciento de las accionesde la primera.
Según análisis de las autoridades singapurenses, elprecio del servicio de Grab se aumentó de 10 a 15 por ciento después delcontrato y a los choferes se le prohíbe trabajar para otros competidores.
Relacionado con este tema, las autoridades de Filipinasaprobaron el caso de fusión entre Grab y Uber, pero emitieron las condiciones vinculadas con el precio y otros principios destinados a evitar elmonopolio de Grab. Malasia también revisa el contrato entre Grab y Uber. –VNA