Hanoi (VNA) - Durante la sesión de interpelación en el marco del noveno período de sesiones de la XV Asamblea Nacional de Vietnam, varios diputados centraron sus intervenciones en dos temas que generan creciente preocupación: la asignación presupuestaria para la educación universitaria y la atención psicológica escolar.
El diputado Nguyen Truong Giang, de la provincia de Dak Nong, destacó que el presupuesto estatal destinado a la educación superior ha disminuido notablemente en la última década.
En 2013, la cifra alcanzaba los 19,27 billones de dongs (913,47 millones de dólares según tipo de cambio en aquel año), equivalente al 0,43% del PIB y al 9,3% del gasto total en educación. Sin embargo, para 2022, ese monto se redujo a poco más de 10 billones (382,75 millones de dólares) lo que representa apenas el 0,11% del PIB y el 3,4% del gasto educativo nacional. Estas cifras contrastan con el promedio internacional, donde la educación superior representa entre el 18 y el 23% del gasto total en educación.
En respuesta, el ministro de Educación y Formación, Nguyen Kim Son, explicó que esta reducción está directamente relacionada con la implementación del modelo de autonomía universitaria.
A medida que las instituciones obtienen mayor independencia en su gestión, el Estado recorta proporcionalmente los fondos para gastos operativos. Si bien este modelo ha permitido mayor flexibilidad a las universidades, también ha generado dificultades para mantener y mejorar la calidad docente y la infraestructura.
El ministro reconoció que se están revisando los mecanismos financieros actuales en colaboración con el Ministerio de Finanzas, con el objetivo de garantizar que las universidades mantengan su autonomía sin perder el respaldo del Estado, especialmente en un contexto de competencia internacional y desarrollo tecnológico acelerado.
En ese sentido, también se abordó la necesidad de fortalecer la formación en sectores estratégicos como la inteligencia artificial, los semiconductores, la biotecnología y los nuevos materiales. Según explicó el ministro, el Gobierno ya ha aprobado programas como el Plan 1002 para apoyar la capacitación en estas áreas clave.
Las medidas incluyen inversiones en equipamiento, captación de profesores especializados, cooperación con instituciones internacionales y ajustes curriculares para alinearse con las demandas del mercado.
Otro tema que generó amplio interés fue el de la salud mental estudiantil. La diputada Dang Thi Bao Trinh (provincia de Quang Nam) alertó sobre el aumento de casos de estudiantes con problemas de conducta, deserción escolar e incluso conflictos con la ley, muchas veces causados por entornos familiares o sociales adversos.

Subrayó que, a pesar de la gravedad del problema, la mayoría de las escuelas aún carece de personal especializado en orientación psicológica.
El ministro coincidió en que la presencia de orientadores escolares es fundamental en el contexto educativo actual. Informó que desde finales de 2024, la cartera ha establecido como objetivo que cada centro educativo cuente con al menos un profesional dedicado a esta tarea.
No obstante, reconoció que se trata de un proceso complejo, que requiere tiempo, formación de personal, planificación presupuestaria y cambios estructurales.
Actualmente, apenas un 5% de las escuelas de primaria y secundaria (excluyendo las de nivel preescolar) cuenta con profesionales en orientación psicológica. En el resto de los centros, esta labor recae principalmente en docentes que la desempeñan como una función adicional. Para paliar esta situación, el Ministerio ha intensificado los programas de formación y capacitación para estos docentes.
Además, las universidades han ampliado la formación en Psicología, Psicología Clínica y Psicología Educativa, con más de nueve mil estudiantes actualmente matriculados en estas carreras.
Sin embargo, el ministro advirtió que esta cifra sigue siendo insuficiente para atender la demanda de las más de 52 mil escuelas en todo el país.
Reiteró que la atención emocional y psicológica de los estudiantes debe entenderse como una tarea colectiva, que involucre no solo al personal educativo, sino también a las familias, la comunidad y las organizaciones sociales./.