Hanoi (VNA)- Ante las fluctuaciones comerciales globales, especialmente el riesgo de que muchos productos de exportación de Vietnam enfrenten aranceles elevados en mercados clave como Estados Unidos y Europa, la expansión del mercado interno y la diversificación de los mercados internacionales se han convertido en una estrategia clave para garantizar un crecimiento sostenible.
El mercado interno, con más de 100 millones de habitantes, representa una gran oportunidad para las empresas vietnamitas. Según los datos de la Oficina General de Estadísticas y el Ministerio de Finanzas, el valor total de ventas al por menor de bienes y los ingresos por servicios de consumo en el primer trimestre de 2025 alcanzaron más de 70,83 millones de dólares, lo que representa un aumento del 9,9% en comparación con el mismo período del año anterior. En este contexto, los alimentos y productos agrícolas representan la mayor proporción, con un 35,7%.
Nguyen Anh Duc, presidente de la Asociación de Minoristas de Vietnam, comentó: "Estas cifras demuestran el gran potencial del mercado interno, el cual, si se aprovecha de manera efectiva, puede compensar la falta de pedidos provenientes de los mercados de exportación." Esta es una solución clave para estabilizar las operaciones de las empresas en un entorno comercial globalmente inestable.
Además de estimular el consumo interno, los economistas recomiendan que las empresas vietnamitas busquen nuevas oportunidades de intercambio comercial con mercados no tradicionales para reducir los riesgos derivados de la disminución de los pedidos de los mercados tradicionales.
Según Pablo Arancibia Salazar, representante comercial de la Dirección General de Promoción de Exportaciones de la Cancillería de Chile (ProChile), América del Sur es un mercado amplio y prometedor, con un Producto Interno Bruto (PIB) de cuatro billones de dólares y una población de 431 millones de personas.
Los productos vietnamitas, como mariscos, madera procesada, café y arroz, son muy populares en la región. En particular, Chile es actualmente el duodécimo socio comercial de Vietnam, con un volumen de exportaciones de 1,4 mil millones de dólares, precisó.
Además, el mercado de los países musulmanes, donde se requieren productos que cumplan con los estándares Halal, también se presenta como una gran oportunidad.
Según Tran Van Hiep, vicepresidente de la Asociación de Anacardos de Vietnam, esta industria ha exportado con éxito productos certificados Halal, alcanzando ingresos de 3,8 mil millones de dólares. Se espera que el mercado Halal crezca hasta alcanzar un tamaño de 10 billones de dólares en 2030, con una tasa de crecimiento anual del 5,5%.
Para apoyar a las empresas, se proponen políticas financieras que les permitan invertir en modelos de venta al por menor y mantener la reducción del 2% en el impuesto al valor agregado (IVA) para productos de consumo esenciales.
Según Nguyen Anh Duc, se necesitan políticas fiscales favorables, apoyo en las tasas de interés y reducción de costos operativos para permitir que las empresas mantengan precios competitivos, mientras invierten en sus sistemas de distribución.
El desarrollo de centros de distribución regionales también ayudaría a conectar productos de pequeñas empresas y cooperativas con supermercados y tiendas de conveniencia, reduciendo costos intermedios y mejorando la competitividad de los productos vietnamitas, dijo.
Por su parte, Ramlan Bin Osman, director de HALCERT de Malasia, recomendó que, para aprovechar el mercado Halal, las empresas necesitan una estrategia clara en cuanto a calidad, transparencia en el origen y apoyo de los sistemas de certificación internacional.
El viceministro de Industria y Comercio de Vietnam, Nguyen Sinh Nhat Tan, afirmó que su cartera está trabajando activamente para establecer una red de apoyo a las empresas vietnamitas en la diversificación de sus mercados de exportación. Esta política no solo ayudará a reducir la dependencia de grandes mercados, sino que también aumentará la flexibilidad en la respuesta a las fluctuaciones del comercio global./.