Con una superficie de sietemil 740 hectáreas y rodeado por dos brazos del río Dong Nai y unasección de la costa del Mar Oriental, Can Gio recibe una gran cantidadde sedimentos fértiles y posee animales y plantas raras.
El bosque se considera como un “pulmón verde” de la región sureste,balanceando el clima y previniendo desastres naturales.
En Can Gio, abunda el llamado “Sac”, una especie típica local demangle, junto con sus parientes “Su” (Aegiceras corniculatum), “Vet”(Bruguiera cylindrica ) y “Duoc” (Rhizophora apiculata ), los tresvariedades más conocidas en las costas del país por su papel devanguardia en la invasión de la tierra firme al mar.
Según antiguos registros, la localidad contaba en el siglo XVII con 42mil hectáreas de selva virgen y centenares de especies de aves yvariedades acuáticas como camarones, cangrejos, peces y anfibios, asícomo numerosos cocodrilos.
A mediados del siglo XXpor la consecuencia de la guerra y la deforestación el lugar seconvirtió en “tierra muerta” y muchas de sus especies naturalesdesaparecieron.
El año 1985 marcó el comienzo de losesfuerzos de la población local con la asistencia de las fuerzasmilitares acantonadas por revitalizar el bosque y crear un hábitatfavorable para el retorno de las aves y especies acuáticas.
El bosque cuenta actualmente con 157 especies de flora, 70invertebrados y 130 tipos de aves, junto con 31 reptiles, de ellos 11están en la lista del Libro Rojo de Vietnam.
Seha convertido en un sitio de ecoturismo y un lugar para que loscientíficos nacionales y extranjeros puedan realizar investigacionessobre el sistema botánico.
Para Vietnam, uno delos países más afectados por el cambio climático, con su región litoralextremadamente vulnerable, la protección de los manglares en generalconstituye una medida eficaz en su lucha contra ese anunciado riesgomundial.-VNA