Hanoi (VNA) - En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado este 5 de junio bajo el lema "Lucha contra la contaminación por plásticos", Vietnam se suma al esfuerzo global con diversas iniciativas que impulsan la sostenibilidad y promueven una economía circular.
En la provincia norteña de Quang Ninh, la cooperativa Green Life Ha Long ha desarrollado un modelo innovador de reciclaje comunitario. Lo que comenzó como una idea para reutilizar residuos domésticos, hoy es una red que conecta a agricultores, escuelas, mercados y empresas locales.
A través de un proceso artesanal que incluye recolección, limpieza y reciclaje, materiales como bolsas plásticas, retazos de tela o pancartas publicitarias son transformados en productos útiles como bolsos, alfombras o accesorios.
“Cada artículo es una nueva oportunidad de vida. Somos agricultores, consumidores y creadores que elegimos seguir el camino de la economía circular”, afirmó Tran Thi Huong, directora de la cooperativa.
Su visión va más allá de la producción: busca cambiar la percepción social sobre los residuos, promoviendo el consumo consciente y fomentando que cada persona sea parte activa de la solución.
Green Life también aspira a convertirse en un destino de ecoturismo, donde el reciclaje y el estilo de vida sostenible sean los protagonistas. Actualmente, su centro de experiencias recibe entre 500 y 700 visitantes al día, en su mayoría turistas internacionales.
Para avanzar en este proyecto, la cooperativa necesita el apoyo de las autoridades para superar obstáculos administrativos como los permisos de uso de suelo o de alojamiento turístico.
A nivel nacional, el director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Vietnam, Van Ngoc Thinh, advirtió que más de 11 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos cada año, amenazando gravemente la biodiversidad marina y el sustento de millones de personas.
En su llamado a la acción, enfatizó la necesidad de consumir con responsabilidad, reciclar adecuadamente e invertir en educación ambiental, ya que el cambio de comportamiento empieza por la concienciación.
En Quang Ninh, una provincia con gran potencial turístico y acuícola, se están implementando soluciones creativas para reducir el uso de plásticos de un solo uso. En la bahía de Ha Long, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad, se realizan tareas diarias de recolección de residuos flotantes, especialmente espuma de poliestireno.
Las autoridades también monitorean de forma periódica la calidad del agua marina para actuar con rapidez ante cualquier indicio de contaminación.
En el ámbito de la acuicultura, la localidad ha reemplazado progresivamente las boyas de espuma por flotadores fabricados con HDPE, un material duradero, resistente a las condiciones del mar y respetuoso con el medio ambiente. Esta medida no solo protege el entorno marino, sino que también reduce las pérdidas económicas durante la temporada de tormentas.
El director del Departamento de Pesca local, Do Dinh Minh, informó que las autoridades están acelerando los procesos de zonificación para otorgar espacios de cultivo seguros a los pescadores, al tiempo que refuerzan los controles sobre la comercialización de materiales que puedan dañar el ecosistema marino.
El ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Do Duc Duy, subrayó que la lucha contra los residuos plásticos no puede depender únicamente de acciones individuales. “Es un desafío que requiere la participación de todo el sistema: instituciones, empresas, ciudadanos y la comunidad internacional”, reiteró.
“Comencemos por lo esencial: adoptar hábitos de consumo responsables, separar los residuos en casa y caminar juntos hacia un Vietnam libre de plásticos. Por ríos más limpios, playas sin desechos, y un futuro donde las próximas generaciones puedan sentirse orgullosas de que hoy actuamos para proteger un planeta verde, limpio y sostenible”, afirmó el funcionario./.