Hanoi (VNA) - Desde una economía ineficiente y de planificación centralizada, con un ingreso per cápita promedio de solo 96 dólares en 1989, Vietnam se ha desarrollado fuertemente y aspira a ingresar al grupo de países de ingresos medios altos para fines de 2025, lo que equivale a más de cinco mil dólares por persona cada año.
En el artículo “Desarrollo de la economía privada – palanca para un Vietnam próspero”, el secretario general del Partido Comunista de Vietnam (PCV), To Lam, hizo una evaluación general de los logros de casi 40 años de Doi moi (renovación). Vietnam se encuentra en el grupo de países de ingresos medios-bajos desde el año 2009.
Hasta finales de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de Vietnam ha crecido de forma continua durante 44 años, situándose entre los primeros del mundo. El PIB de Vietnam en 2010 solo alcanzó los 140,5 mil millones de dólares, lo que representó el 0,22 % del PIB mundial.
Para 2021, estas dos cifras alcanzaron los 362 mil millones de dólares y el 3,75 %, respectivamente. En 2023, el PIB de Vietnam llegó a los 430 mil millones de dólares y fue de 476,3 mil millones de dólares en 2024, con una tasa de crecimiento superior al 7% y un ingreso per cápita de 4,7 mil dólares.
En 2010, Vietnam ocupó el sexto lugar en el Sudeste Asiático, el puesto 17 en Asia y el 53 en el mundo en términos de PIB. Para 2024, el país se ubicó quinto en la región sudesteasiática, fue el 14 en Asia y el 33 en el orbe.
Según el secretario general To Lam, la tasa de crecimiento económico del país es siempre el doble de la media de los países en desarrollo, a pesar de las fluctuaciones económicas globales.

Desde una economía pobre y dependiente de la ayuda internacional, Vietnam ha logrado continuamente avances importantes hasta convertirse en la décimo cuarta economía más grande del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA).
Los éxitos no son sólo en el ámbito económico sino que también incluyen grandes avances sociales, contribuyendo a brindar una vida cada vez más próspera y feliz a las personas.
Vietnam se ha fijado como objetivo estratégico convertirse en un país en desarrollo con industria moderna e ingresos medios elevados para el año 2030 y para 2045 prevé convertirse en un país desarrollado y de altos ingresos.
Los expertos calculan que para alcanzar dicho propósito, la tasa de crecimiento del PIB de Vietnam no puede ser inferior al 8% en 2025 y al menos al 10% en los años siguientes.
Para ponerse al día con las economías desarrolladas de Asia, el país indochino necesita mantener una tasa de crecimiento promedio del 9% anual durante 20 años consecutivos. La tasa de crecimiento promedio del 5-7% anual en los últimos tiempos no puede ayudar al país a escapar de la trampa del ingreso medio.
Debido al bajo punto de partida y a la pequeña escala económica, la tasa de crecimiento del PIB de Vietnam debe ser mayor que el promedio mundial y regional para reducir rápidamente la brecha con otras economías.
El tiempo de ahora hasta 2045 es de 20 años, el período parece largo pero en realidad se ve muy corto si la tasa de crecimiento anual del PIB se mantiene inferior al 8%, o incluso al 10%, para llevar a un país de cientos de millones de personas de ingresos medios a ingresos altos, desde un ingreso per cápita de 4,7 mil dólares a 15 mil dólares, es decir, más de tres veces.
Actualmente, el tamaño de la economía vietnamita todavía es modesto en comparación con algunos países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). El PIB de Indonesia en 2024 llegó a 1,470 mil millones de dólares, el de Tailandia consiguió 548,89 mil millones de dólares y el de Singapur (525,22 mil millones de dólares).
Uno de los “nuevos caminos, nuevos pasos” es crear todas las condiciones para que la economía privada se desarrolle, considerándola “una palanca para un Vietnam próspero”.

El secretario general To Lam valoró la economía privada como una "palanca de prosperidad" porque la realidad ha demostrado que en los últimos tiempos este sector se ha convertido en el motor más importante para impulsar el crecimiento del PIB.
Con casi un millón de empresas y alrededor de cinco millones de hogares de negocios individuales, el sector económico privado contribuye con alrededor del 51% del PIB, más del 30% del presupuesto estatal, crea más de 40 millones de empleos, representa más del 82% de la fuerza laboral total de la economía y aporta casi el 60% del capital de inversión social total.
Se puede decir que la economía privada se ha convertido en uno de los pilares más importantes de la economía de Vietnam.
La productividad laboral es el factor decisivo en la tasa de crecimiento del PIB. Este índice nacional se ve muy bajo comparado con el promedio mundial. El informe de 2020 de la Organización Asiática de Productividad (APO) señaló que la productividad laboral en la nación indochina estaba 60 años por detrás de la de Japón, 40 años de Malasia y 10 años de Tailandia.
En 2022, cada trabajador vietnamita generó 7,52 mil dólares por persona, solo el 11,4% de la productividad laboral de Singapur; 35,4% de Malasia; 64,8% de Tailandia y 79% de Indonesia.
Después de tres años de no alcanzar la meta, en 2024, la tasa de crecimiento de la productividad laboral social de Vietnam superó el plan establecido, aumentando un 7,09%. La productividad laboral de toda la economía en 2024 alcanzó los 9,182 mil dólares, un aumento de 726 dólares en comparación con 2023, gracias a las grandes contribuciones de la economía privada.
Según el secretario general To Lam, además de las limitaciones internas, las empresas privadas también enfrentan muchas barreras para acceder a recursos, especialmente capital crediticio, tierras, recursos y mano de obra de alta calidad; mientras el sistema jurídico aún presenta muchas deficiencias y superposiciones.
Asimismo, aseguró, el ambiente de negocios tiene muchos obstáculos y los procedimientos administrativos son complicados y costosos y llevan mucho tiempo, entre otros aspectos.
Las deficiencias del sistema institucional, de las políticas económicas y del ambiente de negocios se consideran cuellos de botella que dificultan el ritmo de crecimiento del sector privado, provocando que su contribución al PIB se mantenga casi inalterable durante más de una década.
Para que la economía privada realmente despegue y maximice su potencial, resulta necesario llevar a cabo con rapidez y decisión la racionalización del aparato estatal, reformar las instituciones de gestión, innovar los procedimientos administrativos, promover la descentralización a las localidades y crear un entorno empresarial favorable, reflexionó el líder partidista.
En concreto, el Estado debe contar con un método de gestión adecuado al mecanismo del mercado, garantizando el derecho de empresa, el derecho de propiedad y el derecho a la competencia igualitaria de la economía privada; así como eliminar todas las barreras, hacer políticas transparentes, eliminar intereses del grupo en la formulación de políticas y la asignación de recursos, y no discriminar entre el sector privado, las empresas estatales y las empresas con inversión extranjera.
To Lam remarcó que es crucial reformar las instituciones y crear un sistema administrativo que "sirva a las empresas y sirva al país"; reformar decididamente las instituciones sobre la base de renovar el pensamiento sobre el sistema administrativo para que sirva a las personas y a las empresas.
Además, hizo hincapié en la importancia de recortar los trámites administrativos; acelerar el proceso de digitalización y la aplicación de tecnología en la gestión estatal en aras de reducir tiempos, costos de cumplimiento y costos informales; así como establecer un mecanismo eficaz de diálogo y retroalimentación para que la comunidad empresarial privada participe y dé su opinión sobre el proceso de formulación de políticas económicas, garantizando un alto grado de practicidad y viabilidad.
El secretario general instó a todo el país a esforzarse para que el entorno empresarial de Vietnam esté entre los tres mejores de la ASEAN en los próximos tres años./.