Hanoi (VNA) - La decisión de Vietnam de retomar su programa de energía nuclear ha sido bien recibida tanto por expertos internacionales como por la comunidad vietnamita en el extranjero. Consideran que es un paso estratégico y oportuno para satisfacer la creciente demanda energética del país y asegurar un desarrollo económico sostenible.
En declaraciones a la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), el profesor asociado Kei Koga, de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur, afirmó que esta medida refleja la estrategia del país indochino para impulsar su desarrollo económico ante la necesidad urgente de contar con un suministro energético estable y a largo plazo.
“Con un crecimiento económico tan acelerado, Vietnam debe diversificar sus fuentes de energía, y la nuclear es una opción lógica para garantizar la seguridad energética nacional”, explicó.

En la misma línea, el profesor Carl Thayer, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, calificó la reactivación del programa nuclear como “una decisión acertada”.
Para alcanzar las metas fijadas en el XIII Congreso Nacional del Partido -convertirse en un país en desarrollo con industria moderna y nivel de ingresos medio-alto para 2030, y en un país desarrollado y de altos ingresos para 2045- Vietnam necesita mantener un crecimiento económico de dos dígitos. “Esto requiere una estrategia energética fuerte y a largo plazo, donde la energía nuclear es una opción viable y efectiva”, señaló.

Christian Ngo, exdirector científico de la Comisión Francesa de Energía Atómica, destacó que reactivar el programa nuclear es “una idea muy positiva”. “Este es un momento propicio para que Vietnam aproveche los avances tecnológicos y aprenda de las experiencias de países que han desarrollado con éxito la energía nuclear para apoyar un crecimiento económico verde y sostenible”, añadió.

Los expertos coinciden en que, aunque Vietnam ha avanzado en el desarrollo de energías renovables como la solar, eólica e hidroeléctrica, estas fuentes por sí solas no son suficientes para garantizar un suministro estable y continuo ante el rápido crecimiento económico.
Según el Plan de Desarrollo Energético VIII de Vietnam, el país necesitará alrededor de 150 mil MW de capacidad instalada para 2030, cifra que podría triplicarse hacia 2050. Con una demanda eléctrica que crece aproximadamente un 10% anual, Vietnam enfrenta la urgente necesidad de asegurar fuentes de energía fiables, dado que la capacidad instalada actual ronda los 85 mil MW.
Las últimas cifras del Grupo Nacional de Electricidad (EVN) indican que la generación eléctrica está dominada por la energía térmica a base de carbón, que representa el 54,3%, seguida por la hidroeléctrica con 23,4% y las renovables con 13,5%. En este contexto, los especialistas consideran que reactivar los proyectos nucleares ayudará a diversificar la matriz energética, garantizar la seguridad del suministro y alcanzar los objetivos de crecimiento y neutralidad de emisiones para 2050.

El resurgir de la energía nuclear
Con sus bajas emisiones de carbono y capacidad para suministrar energía constante, la energía nuclear se ha convertido en una opción ideal para muchos países. Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), actualmente operan 417 reactores en 31 países, que producen cerca del 10% de la electricidad mundial y aproximadamente el 25% de la energía baja en carbono. La AIEA proyecta que la capacidad nuclear global podría multiplicarse por 2.5 para 2050.

Vo Van Son, experto en geotecnia nuclear de Edvance (Francia), explicó que tras el accidente de Fukushima en 2011, muchos proyectos nucleares en el mundo se suspendieron o cancelaron, pero ahora esta tendencia se está revirtiendo. Países como Francia, Reino Unido, Suecia, Países Bajos, Finlandia, Hungría, República Checa y Estados Unidos están reactivando o ampliando sus programas nucleares.
“Este cambio refleja el creciente reconocimiento de la energía nuclear como una solución eficaz en medio de crisis energéticas y la demanda global de reducir emisiones”, dijo.
Además, factores como la geopolítica, la seguridad energética y los compromisos climáticos están impulsando a más países a incluir la energía nuclear en su matriz energética. “Vietnam no es la excepción”, agregó, señalando que países como Kazajistán e Indonesia también planean construir sus primeras plantas nucleares.
El desarrollo científico y tecnológico actual abre nuevas posibilidades para la energía nuclear, con tecnologías emergentes como los reactores modulares pequeños (SMR), los reactores rápidos y los reactores de fusión, que reciben inversiones y atención mundial.
Van Son explicó que los reactores de fusión aún están en fase de investigación debido a su complejidad, aunque tienen gran potencial gracias a que utilizan hidrógeno, un combustible casi ilimitado. Los reactores rápidos optimizan el uso del combustible y mejoran la eficiencia, pero su adopción ha sido limitada por su alta tecnología. Los SMR, por su parte, ofrecen ventajas como tamaño compacto, flexibilidad para distintos terrenos y menor riesgo gracias a su capacidad reducida.
Aunque algunos países desarrollan SMR, hasta ahora solo hay un número limitado en operación. “Por eso, Vietnam debe evaluar cuidadosamente sus opciones tecnológicas y la estrategia de implementación, especialmente para los primeros reactores”, recomendó el experto.

Carl Thayer añadió que Vietnam podría aprender de países del Indo-Pacífico con experiencia en energía nuclear, como Japón, Corea del Sur, China e India, para establecer marcos de cooperación internacional y mejorar la gestión, la gobernanza y la mitigación de riesgos.
“Además, Vietnam puede estudiar cómo estos países financian sus proyectos y regulan el manejo de residuos nucleares”, concluyó.
Dos décadas de preparación
Vietnam ha avanzado en la preparación para desarrollar energía nuclear, alineándose con la tendencia global hacia energías limpias y sostenibles. Los expertos coinciden en que el país cuenta con ventajas estratégicas como su ubicación geográfica, estabilidad política, población joven y capacidad para incorporar nuevas tecnologías.
El proyecto nuclear de Ninh Thuan, que se prevé completar entre 2030 y 2031, es un ejemplo de preparación cuidadosa, priorizando siempre la seguridad. Además, la extensa costa vietnamita, de más de tres mil kilómetros, ofrece condiciones ideales para construir plantas nucleares costeras, que aprovechan el agua de mar para enfriamiento, como destacó Christian Ngo.
La selección de los sitios para las primeras plantas nucleares fue un proceso exhaustivo que duró dos décadas. Tran Chi Thanh, director del Instituto de Energía Atómica de Vietnam, explicó que entre 1996 y 2016 se evaluaron y clasificaron múltiples lugares con el apoyo de Rusia y Japón, para cumplir con estrictos requisitos de seguridad.
Finalmente, se eligieron Phuoc Dinh (para Ninh Thuan 1) y Vinh Hai (para Ninh Thuan 2), ubicados cerca de la costa y con condiciones ideales para la construcción, transporte de combustible y conexión a la red eléctrica.
Además de las condiciones naturales, la estabilidad política y la juventud de la población son factores clave para el desarrollo nuclear en Vietnam.

Koga afirmó: “La estabilidad política es fundamental para acelerar la implementación de la energía nuclear, facilitando la transferencia tecnológica y el desarrollo de infraestructura”.
Christian Ngo destacó la capacidad del pueblo vietnamita para aprender rápidamente tecnologías complejas como la nuclear y resaltó la creación de la Red Profesional Nuclear de Vietnam (VietNuc) en París en mayo de 2025, que conecta a expertos vietnamitas en todo el mundo.
Según los especialistas, contar con una fuerza laboral calificada es esencial no solo para un programa nuclear exitoso, sino también como un activo estratégico para la transición de Vietnam hacia un sistema energético más avanzado y sostenible./.

Vietnam fomenta cultura de seguridad nuclear para utilizar esta fuente de energía de manera eficaz
Vietnam está adoptando medidas drásticas, aunque cautelosas, para fomentar una cultura de seguridad nuclear, con el objetivo de que su primera central nuclear esté operativa para finales de 2030 y utilice esta fuente de energía de forma eficaz y sostenible.