Hanoi, (VNA)- Hace 55 años, el 10 de agosto de 1961, el ejército de Estados Unidos inició su operación de rociar una terrible toxina nombrada agente naranja/dioxina en Vietnam, la cual dejó a unos cuatro millones 800 mil vietnamitas expuestos al defoliante, de ellos unos tres millones sufren todavía consecuencias graves.
Se trata de la guerra química a mayor escala y trajo las consecuencias más largas y trágicas en la historia de la humanidad.
Recientemente, en ocasión del aniversario 55 de la catástrofe del agente naranja en Vietnam, se celebró en Hanoi una conferencia científica internacional sobre esta sustancia química con la participación del viceprimer ministro Vu Duc Dam, el exprimer ministro japonés Yukio Hatoyama, decenas de científicos nacionales y extranjeros, embajadores y representantes de diferentes organismos internacionales en Vietnam.
En la cita, los científicos dieron a conocer e intercambiaron resultados de investigaciones, profundizaron y aclararon las graves consecuencias causadas por el agente naranja que lanzó el ejército de Estados Unidos durante la guerra en Vietnam al medio ambiente y la salud humana.
También evaluaron y propusieron medidas correctivas; acordaron el uso uniforme de los datos e instaron a la comunidad internacional a apoyar la lucha por la justicia de las víctimas del tóxico en este país, a continuar la atención y ayudar a estas personas, tanto física como mentalmente, y a seguir condenando e impedir el uso de armas químicas, así como otros tipos de armas de destrucción masiva.
El coronel general Nguyen Van Rinh, presidente de la Asociación de Víctimas del Agente Naranja/dioxina en Vietnam, dijo que las secuelas que dejó esa guerra química fueron extremadamente graves.
Aproximadamente cuatro millones 800 mil personas fueron expuestas a la sustancia, entre las cuales casi tres millones son víctimas, cientos de miles han muerto y los sobrevivientes luchan con enfermedades graves. Las secuelas del agente naranja han pasado de generación en generación. Decenas de miles de personas perdieron sus derechos a la paternidad. Millones de niños nacen con defectos.
No solo las tropas de Vietnam, sino también los militares norteamericanos y sus aliados fueron víctimas de esta guerra química. En Vietnam, las secuelas del agente naranja se han extendido a la cuarta generación, y la cantidad de víctimas afectadas asciende a dos mil personas.
De acuerdo con la investigación realizada por el Comité Nacional para el Estudio del Agente Naranja (Comité 10-80) y algunas investigaciones extranjeras, el medioambiente de todo Vietnam del Sur está altamente contaminado, los ecosistemas fueron destruidos; sistemas de manglares y bosques de los 28 grandes ríos fueron destruidos en gran medida, reduciendo severamente la capacidad de retención de agua; varias especies raras de plantas y animales están en extinción.
Hasta el momento, en la base militar de Estados Unidos utilizada para el almacenamiento, la mezcla y la destrucción de la sustancia tóxica, el nivel de dioxina sigue siendo mil veces más alto que la concentración permitida.
En septiembre de 2009, la empresa de consultoría ambiental Hetfield, de Canadá, mostró 28 puntos de contaminación de dioxina, entre los cuales los aeropuertos de Bien Hoa (Dong Nai), Da Nang y Phu Cat (BinhDinh) disponen de cifras relativamente completas.
Se puede confirmar que las consecuencias que ha dejado la dioxina en Vietnam son terribles. A pesar de las condiciones difíciles, el país sigue haciendo esfuerzos, tratando de elaborar más políticas y movilizar todos los recursos sociales para ayudar a las víctimas del agente naranja. Cada año, el Gobierno invierte 10 billones de dongs en subsidios mensuales, atención médica y rehabilitación para las personas afectadas y en apoyo a las zonas fuertemente contaminadas. Sin embargo, estos esfuerzos todavía son pocos en comparación con el dolor que estas personas están sufriendo.
En su intervención en la conferencia, Vu Duc Dam dijo que el esfuerzo de cualquier persona, ya sea mental, intelectual o material para subsanar los desastres causados por la dioxina y apoyar a las víctimas, tiene un valor incalculable.
"Vietnam no produce, no compra, no importa y no distribuye el agente naranja en el país, pero los vietnamitas han sido y siguen siendo víctimas de este veneno mortal", añadió el dirigente.
Llamó a incrementar la cooperación, la voz de la ciencia, la conciencia y la verdad para que todas las víctimas de la guerra, especialmente las víctimas del agente naranja logren justicia.
En Vietnam, durante 10 años (1961-1971) el ejército de Estados Unidos roció 80 millones de litros de productos químicos tóxicos (61 por ciento de agente naranja/dioxina) en 26 mil aldeas con una superficie de más de tres millones de hectáreas. Se estima que cada vietnamita sufrió casi tres litros de agente naranja/dioxina, creando un desastre sin precedente en la historia humana.-VNA