Myanmar y Bangladesh acordaron repatriar el mes próximo a cientos de miles de musulmanes rohingyas que huyeron al segundo país para escapar de la represión del ejército myanmeno.
La consejera de Estado y también canciller myanmena, Aung San Suu Kyi, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Taro Kono, a fin de debatir las medidas para resolver la crisis vinculada con los musulmanes rohingyas del estado Rakhine del país sudesteasiático.
Myanmar y las Naciones Unidas (ONU) firmaron un memorando de entendimiento que permite a esa organización obtener el acceso y participar en la solución de la crisis en el estado Rakhine y la asistencia a la repatriación de los rohingyás.
El asesor de seguridad nacional de Myanmar, Thaung Tun, reiteró la voluntad de su país de recuperar a los 700 mil musulmanes rohingyas que huyeron a Bangladesh si están dispuestos a regresar.
La economía de Myanmar es cada vez más abierta y registra un buen ritmo de crecimiento en los últimos tiempos, afirmó Shanaka Jay Peiris, alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Myanmar permitirá una visita del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) a este país después de meses de resistencia, sin embargo se desconoce si los embajadores de ese organismo podrán llegar al estado de Rakáin.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, advirtió a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) sobre la crisis de los refugiados rohingyas, la cual, advierte, puede convertirse en una severa amenaza para la seguridad en la región.
Funcionarios de alto nivel myanmenos y bangladesíes se reunieron aquí este lunes para debatir temas relativos a la repatriación de refugiados rohingyas a Myanmar.
El gobierno de Myanmar estableció una comisión asesora integrada por expertos nacionales y extranjeros para implementar recomendaciones sobre temas relacionados con el estado myanmeno de Rakhine, según el informe final de la Comisión Asesora liderada por el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, y la Comisión de Investigación de Maungtaw.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) emitió una declaración en la cual exhortó al gobierno de Myanmar a moderar las operaciones militares en el estado de Rakhine, con el fin de facilitar el retorno de los musulmanes rohingyas refugiados en Bangladesh.
Miles de myanmenos marcharon en la ciudad de Rangún para expresar su apoyo al ejército, en medio de las críticas contra esa fuerza en el contexto de la crisis referente a los musulmanes rohingyas.
Funcionarios del gobierno de Bangladesh y Myanmar acordaron detener el flujo de musulmanes rohingyas al territorio bangladesí y permitir que los refugiados regresen a casa.
El gobierno myanmeno extendió una invitación al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, para que visite este país sudesteasiático.
La consejera de Estado de Myanmar, Aung San Suu Kyi, llamó al apoyo internacional para el impulso de la unidad religiosa y étnica en este país sudesteasiático.
El gobierno de Myanmar rechazó el cese el fuego declarado por los militantes musulmanes rohingyas para permitir la entrega de ayudas a miles de desplazados en el estado de Rakhine, y afirmó que no quiere negociar con terroristas.
Australia expresó su profunda preocupación ante el incremento de la violencia en el estado myanmeno de Rakhine y ofrecerá una asistencia financiera de cuatro millones 200 mil dólares para paliar la crisis humanitaria en esa zona, anunció la canciller de la nación oceánica Julie Bishop.
Myanmar declaró nuevo toque de queda en el estado norteño de Rakhine, donde hay un millón de musulmanes rohingyas, ya que ha reforzado su presencia militar en esa localidad.