Ciudad Ho Chi Minh (VNA)- En una planta de producción de desecantes en Ciudad Ho Chi Minh, el primer sistema electroquímico compacto de CO2L Tech, una empresa emergente creada en Canadá por tres científicos de origen vietnamita, ha comenzado a operar discretamente, transformando el CO₂ en compuestos químicos útiles con la promesa de generar un gran cambio en la industria.
CO2L Tech fue creada por los doctores Nguyen Ngoc Tu, Tran Ly Nguyet Anh y Dinh Cao Thang, actualmente investigadores en la Universidad Queen’s (Canadá). Coinciden en que el reto no es solo capturar CO₂, sino también procesarlo de forma eficiente. Así nació su tecnología de reducción electroquímica de CO₂ (ECR), que imita la fotosíntesis al usar energía renovable como sol y viento para convertir CO₂ y agua en compuestos valiosos.
A diferencia de tecnologías actuales, el sistema ECR de CO2L Tech no requiere metales preciosos como el oro o el iridio, utilizando materiales comunes que reducen los costos significativamente. Además, puede procesar CO₂ impuro, una limitación en muchas otras tecnologías.
Su solución ganó el primer premio de unos 200 mil dólares en el concurso internacional Net Zero Challenge (noviembre de 2024 en Ciudad Ho Chi Minh), junto con una subvención adicional de 50 mil dólares del fondo Touchstone Partners. Inmediatamente después, el equipo fundador puso en marcha pruebas piloto en la planta de la empresa Helen en Ciudad Ho Chi Minh.
Según la doctora Nguyet Anh, el objetivo actual es construir sistemas modulares capaces de reducir más de una tonelada de CO₂ por año por célula ECR (reducción electroquímica del CO₂) , alcanzando hasta 10 mil toneladas anuales, comenzando con la producción de ácido fórmico y sales de formiato, usadas en la industria química.
A pesar de los avances, las tecnologías de captura y uso de carbono (CCU) siguen siendo costosas, y sus productos derivados del CO₂ son generalmente más caros que los obtenidos de combustibles fósiles, lo que, junto con la ausencia de políticas claras como el impuesto al carbono en países como Vietnam, dificulta su adopción.
Aun así, Ngo Thuy Ngoc Tu, directora ejecutiva de Touchstone Partners, considera que Vietnam es un terreno fértil para tecnologías climáticas, gracias a su talento científico y bajos costos de producción. El fondo apoya con financiamiento no reembolsable a startups verdes en etapas iniciales para mitigar riesgos.
CO2L Tech apuesta por alianzas industriales para comercializar su tecnología, ofreciendo productos intermedios derivados del CO₂ a múltiples sectores. “Nuestra misión sigue intacta, pero con una ambición mucho mayor: cambiar cómo el mundo usa el carbono”, concluyó Nguyet Anh./.