Vietnam, al ser un país duramente afectado por el cambio climático y los desastres naturales, considera una tarea urgente la restauración y protección de sus bosques degradados.
Teniendo en cuenta que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra este 2025 el Día Internacional de los Bosques (21 de marzo) bajo el tema "Bosques y Alimentos", el país redobla sus esfuerzos para proteger estos espacios vitales para la vida y la supervivencia del planeta.
Obstáculos en la protección de los bosques
El director del Departamento de Silvicultura y Gestión Forestal, Tran Quang Bao, explicó que el sector forestal del país ha progresado significativamente, ampliando la cobertura forestal del 27% en los años 90 al 42% en la actualidad.
Como una de las acciones que han ayudado a frenar la deforestación mencionó los cambios positivos de las políticas, especialmente la Directiva 18 sobre el cierre de los bosques naturales.
Acotó que el sector forestal también contribuye ampliamente a las exportaciones del país con un valor de casi un mil millones de dólares, representando la mayor parte del superávit comercial agrícola del país.
Sin embargo, uno de los desafíos fundamentales continúa siendo la falta de inversión financiera en proyectos de protección y desarrollo forestal, así como movilizar recursos para una silvicultura sostenible debido a los dilatados ciclos de producción y el lento retorno de inversión.
Igualmente, añadió, existe escasez de personal calificado, las condiciones laborales son precarias y la gestión de tierras forestales sigue fragmentada y descoordinada.
Otros aspectos que han llevado a la deforestación y la conversión ilegal de tierras forestales son las presiones del desarrollo económico, como infraestructura, industria y turismo, alertó el funcionario.
De forma paralela, el cambio climático y los desastres naturales crecientes han provocado severos daños a los bosques, afectando la producción forestal y la vida de muchas comunidades.
Al respecto, el director del Centro del Humano y la Naturaleza, Trinh Le Nguyen, mencionó como otro de los desafíos la limitada conciencia pública sobre el valor a largo plazo de los bosques, fundamentalmente en áreas remotas.
Indicó además que la débil gestión forestal, políticas inadecuadas y el bajo salario de los guardabosques son grandes obstáculos que reducen la eficacia de la conservación forestal.

Atracción de financiamiento para revivir “la casa natural”
De acuerdo con Le Nguyen, tras los recientes desastres naturales, proteger y regenerar los bosques debe ser una prioridad urgente hacia un Vietnam verde y sostenible.
En un contexto económico difícil, recalcó la importancia de movilizar recursos del sector privado para garantizar fondos grandes y estables para la reforestación y reparación ecológica.
Puntualizó que este trabajo de revitalización no se limita a plantar árboles, sino que implica reconstruir ecosistemas enteros, brindando beneficios a largo plazo como reducción de desastres, mejora agrícola, biodiversidad y ecoturismo.
Sugirió la implementación de políticas concretas que incentiven la participación empresarial, como los créditos de carbono, préstamos verdes, programas de responsabilidad social y exenciones fiscales.
En su opinión, una vez que las empresas comprendan los beneficios a largo plazo de la restauración ecológica, estarán más dispuestas a invertir, no solo por responsabilidad social, sino por su propio progreso sostenible.
A lo largo de todo este proceso de restauración forestal tienen un papel clave las comunidades, porque están estrechamente ligadas a estos espacios y su subsistencia depende en gran medida de los recursos naturales.
Por esta razón, urge a equilibrar el crecimiento económico local con los objetivos de protección ambiental, empoderando a las comunidades en la gestión forestal.
Está demostrado que, cuando los ciudadanos participan en la toma de decisiones y se sienten parte de la solución, son más responsables en la conservación y cooperan de forma estrecha con los guardabosques.
El ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Do Duc Duy, aseguró que la silvicultura es uno de los tres pilares del desarrollo rural y debe prosperar hacia un modelo multifuncional que contribuya al crecimiento socioeconómico y ambiental a largo plazo, para garantizar un entorno verde y saludable para las futuras generaciones./.