El envíode atún a ese mercado reportó en abril una baja de 10 por ciento en comparacióncon el mismo lapso de 2017, mientras que la salida de calamares y pulpo descendió41 por ciento y 19 por ciento para los moluscos bivalvos.
Latendencia bajista se debe a la escasez de suministros, explicó el secretariogeneral de la VASEP, Truong Dinh Hoe, y señaló que durante los primeros cuatromeses de este año la explotación de atún en las tres mayores provinciassuministradoras registró una reducción interanual de 14 por ciento.
Además,la aplicación de la tarjeta amarilla por la Comisión Europea y las medidas parala lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU, eninglés) también dificultaron las fuentes de suministro, añadió Dinh Hoe.
Indicóque las empresas exportadoras de Vietnam se han esforzado por cumplir con la IUU.Sin embargo, en los primeros tiempos las nuevas regulaciones dificultaron el trabajode las compañías, afectando sus compras.
Según losrequisitos de la IUU, todas las embarcaciones pesqueras deben contar condispositivos de seguimiento, incluso equipos de monitoreo móvil en el caso delas que tienen a partir de 24 metros de eslora, a fin de luchar contra lasactividades de pesca ilegal.
Pararesponder a esa regulación, el gobierno de Vietnam aplicó las medidas adecuadasy se elevó la conciencia de las empresas y pescadores nacionales sobre laexplotación y la compra- venta de los productos acuícolas.
Sinembargo, el 23 de octubre de 2017 la Comisión Europea impuso la tarjetaamarilla a Hanoi, alegando que los esfuerzos de este país no fueron suficientespara combatir la IUU. –VNA
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