Hanoi (VNA)- Las exportaciones acuícolas de Vietnam alcanzaron los 5,2 mil millones de dólares en los primeros seis meses del año, para un alza interanual de casi el 19%, según datos de la Asociación Nacional de Procesadores y Exportadores de Productos Acuáticos (VASEP).
Dentro de esa cifra, las ventas a Estados Unidos totalizaron 891 millones de dólares, manteniendo un crecimiento del 16%. Sin embargo, a partir de junio, varias empresas han optado por suspender sus envíos a ese mercado para evitar el riesgo de altos aranceles.
En contraste, los mercados de China, Japón, Corea del Sur y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) continuaron mostrando un buen impulso de crecimiento en junio, con aumentos que oscilaron entre el 15% y casi el 28%.
Por otro lado, las exportaciones a la Unión Europea (UE) registraron una ligera disminución del 1%, y las destinadas a la región de Oriente Medio cayeron drásticamente un 16% debido al impacto del conflicto en curso. En particular, los envíos a Israel, un importante consumidor de atún enlatado, se desplomaron más del 50%.
De ese modo, Vietnam solo recaudó unos 876 millones de dólares por las exportaciones acuícolas en junio, lo que representa un modesto aumento del 4% en comparación con el mismo período del año anterior. Este es el crecimiento más bajo en el primer semestre y una caída significativa con respecto al incremento de más del 20% registrado en mayo.
Según Le Hang, subsecretaria general de VASEP, las perspectivas para la segunda mitad de 2025, especialmente para los productos clave como el camarón y el pescado Tra (pangasius), dependen completamente de las políticas arancelarias recíprocas de Estados Unidos. En el caso del camarón, existe un riesgo particular de enfrentar aranceles recíprocos, antidumping y antisubvenciones.
El sector del pangasius se muestra algo más optimista, ya que el Departamento de Comercio de Estados Unidos (DOC) anunció recientemente los resultados finales de su revisión POR20, en la que siete empresas vietnamitas se beneficiaron de un arancel antidumping del 0%. Si los próximos aranceles recíprocos se mantienen bajo control, esto podría representar una oportunidad para que el pangasius vietnamita logre un avance.

Le Hang señaló que la industria acuícola se enfrenta a dos escenarios. Si después del 9 de julio, Estados Unidos impone un arancel recíproco del 10%, las exportaciones totales para 2025 podrían alcanzar alrededor de 9,5 mil millones de dólares, lo que representa una reducción de 500 millones de dólares en comparación con las previsiones anteriores. Otros mercados como China, ASEAN, Japón y la UE podrían compensar parte de la reducción de las ventas al país norteamericano.
Sin embargo, si después del 9 de julio Estados Unidos aplica un arancel recíproco superior al 10%, pudiendo llegar hasta el 46%, las exportaciones de este rubro podrían caer drásticamente, alcanzando solo nueve mil millones de dólares o menos para todo el año. En este escenario, Estados Unidos ya no sería un mercado estable, especialmente para productos con cadenas de suministro complejas.
En el peor de los casos, los productos acuícolas vietnamitas se enfrentarían a una competencia muy feroz con países que tienen aranceles más bajos como Ecuador, India, Tailandia e Indonesia. Las oportunidades se desplazarían hacia mercados neutrales como Japón, la UE y la ASEAN, pero la capacidad de compensación sería limitada en un contexto de recuperación débil de la demanda global.
Otro desafío impredecible para el renglón es la creciente tensión del conflicto entre Israel e Irán, que afecta directamente la estrategia de expansión del mercado hacia la región de Oriente Medio. En los últimos cinco años, Oriente Medio, incluyendo países potenciales como Israel, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar, ha sido un punto brillante en la estrategia de diversificación de mercados de la industria acuícola vietnamita. Con altos ingresos y una demanda creciente, las ventas vietnamitas a esa región se han duplicado, pasando de unos 198 millones de dólares en 2020 a unos 366 millones de dólares en 2024.
A criterio de los expertos, si se maneja con flexibilidad, el conflicto en Oriente Medio no solo será una prueba de la capacidad de adaptación de las empresas, sino también un impulso para que la acuicultura vietnamita reestructure sus mercados y cadenas de suministro.
Por tal motivo, recomendaron que, en lugar de centrarse en Israel o los Emiratos Árabes Unidos, las empresas vietnamitas deben acceder a mercados musulmanes emergentes como Jordania, Libia y Pakistán, así como impulsar las exportaciones a la UE, Japón y la ASEAN, mercados que ya tienen acuerdos de libre comercio y donde la demanda se está recuperando.
Por su parte, los ministerios y sectores deben apoyar de manera oportuna a las empresas para que accedan a créditos preferenciales, actualicen la información del mercado y promuevan el comercio hacia mercados alternativos en medio de una evolución impredecible e inestable de la situación geopolítica./.