Hanoi (VNA) – El Partido Comunista y el Estado de Vietnam han establecido una directriz clara: no esperar a que la economía avance para impulsar el Índice de Desarrollo Humano (IDH), ni sacrificar el progreso y la equidad social para perseguir un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de dos dígitos.
El borrador del Informe Político del Comité Central del Partido para el XIV Congreso Nacional exige que el crecimiento del PIB vaya de la mano con la mejora del IDH, marcando un compromiso con un progreso integral y sostenible.
El documento establece objetivos ambiciosos para el período 2026-2030. En el ámbito económico, se prevé una tasa de crecimiento promedio del PIB de al menos el 10% anual, con un PIB per cápita de alrededor de 8.500 USD para 2030. Paralelamente, en la esfera social, se busca alcanzar un IDH de 0,78, una esperanza de vida promedio de 75,5 años, con al menos 68 años de vida saludable, y una reducción anual de la pobreza multidimensional del 1% al 1,5%.
El IDH, un indicador clave de las Naciones Unidas que mide el progreso en salud, educación y nivel de vida, es fundamental para evaluar la equidad y la calidad de vida de los ciudadanos. Según el Informe de Desarrollo Humano 2025 del PNUD, Vietnam ya ha logrado avances significativos, con un IDH de 0,766 en 2023, ubicándose en el grupo de desarrollo humano alto y escalando 14 posiciones a nivel mundial en comparación con el año anterior. Desde 1990, el IDH del país ha aumentado un notable 53,5%.
Este impulso en el desarrollo humano ha ido acompañado de una reducción constante de la pobreza. Vietnam fue el primer país de Asia en adoptar un estándar de pobreza multidimensional y se encuentra entre los 30 primeros a nivel global en este indicador.
Desde 1993, la tasa de pobreza ha caído drásticamente del 58,1% a un mínimo histórico del 1,93% en 2024, lo que equivale a aproximadamente 600 mil hogares. Si se incluyen los hogares en umbral de la pobreza, la cifra total es del 4,06%. El Gobierno proyecta que la pobreza multidimensional baje al 1,3% para fines de 2025.
Junto al aumento de los ingresos, la esperanza de vida ha experimentado un salto extraordinario, desde los 38 años en 1945 hasta los 74,5 años en la actualidad. El sistema de salud se ha fortalecido, contando con cerca de 432 mil trabajadores sanitarios y 1.645 hospitales. Además, el país avanza hacia un objetivo de atención hospitalaria gratuita para toda la población entre 2030 y 2035.
Un hito crucial en esta estrategia de desarrollo humano es la decisión de eliminar las tasas escolares para todos los estudiantes, más de 22 millones, desde la educación preescolar hasta la secundaria en instituciones públicas a partir del año académico 2025-2026. Los estudiantes de escuelas privadas, más de un millón, recibirán una subvención estatal equivalente al costo de la matrícula pública. Esta política subraya el principio fundamental de que el desarrollo nacional debe traducirse en beneficios tangibles para la población.
La consigna “El pueblo sabe, el pueblo discute, el pueblo hace, el pueblo supervisa, el pueblo se beneficia”, emanada del XIII Congreso del Partido, encapsula esta filosofía. Al referirse a las resoluciones para llevar a Vietnam a una nueva era, el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, enfatizó que todos los programas de acción deben implementarse de manera decisiva y profesional, midiendo su éxito por los resultados prácticos, y siempre guiados por la máxima del Presidente Ho Chi Minh: “Todos los beneficios son para el pueblo. Todo el poder pertenece al pueblo”.
La armonización entre el PIB y el IDH dista de ser automática a nivel global. Muchas naciones experimentan un crecimiento económico significativo mientras su IDH se estanca o avanza con lentitud. Esto ocurre cuando el desarrollo se basa en industrias que emplean mano de obra barata, donde el nivel de vida general no mejora y persiste la inequidad.
Un crecimiento insostenible, impulsado por la sobreexplotación de recursos naturales o la exportación de productos básicos, no logra mejorar los ingresos de los trabajadores, contamina el medio ambiente y compromete el futuro de las próximas generaciones. Asimismo, cuando los frutos del crecimiento no se distribuyen equitativamente o las políticas priorizan grandes proyectos para inflar el PIB sobre inversiones clave en servicios públicos como salud y educación, el IDH inevitablemente se rezaga.
Para evitar estas trampas y asegurar un progreso genuino, el borrador del Informe Político delinea una nueva estrategia de crecimiento para Vietnam. Este modelo se centra en la ciencia, la tecnología, la innovación y la transformación digital como motores principales, identificando al sector privado como una fuerza motriz crucial.
La estrategia también implica perfeccionar las instituciones para implementar de manera sincronizada cuatro transiciones fundamentales: digital, verde, energética, y la transformación de la estructura y calidad de los recursos humanos.
Atraer y valorar el talento, así como promover el desarrollo de nuevas fuerzas productivas, son elementos centrales para garantizar que la senda del crecimiento económico continúe, de manera indisoluble, la del desarrollo humano./.