Hanoi (VietnamPlus) - Vietnam mantiene sólidas señales de recuperación económica, convirtiéndose en un ejemplo en medio de las fluctuaciones mundiales. En consonancia con la Resolución N.° 226/NQ-CP, el objetivo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 8,3% al 8,5% en 2025 centra la atención de expertos, el sector empresarial e inversores.
De acuerdo con la directora de la Oficina Nacional de Estadísticas del Ministerio de Finanzas, Nguyen Thi Huong, se estima que el PIB en los primeros nueve meses del año crecerá aproximadamente un 7,85%, acercándose al objetivo de crecimiento superior al 8% para todo el año en curso.
Este logro está relacionado con la sólida recuperación de muchos sectores estratégicos, mayormente la industria y la construcción, que aumentaron un 8,69%, contribuyendo con más del 43% al valor agregado de la economía.
La industria de procesamiento y manufactura continuó siendo el principal motor de la economía, con un incremento de casi el 10% gracias al aumento de los pedidos de exportación y la expansión de la producción de productos clave como la electrónica, los textiles, la maquinaria y el equipo.
El sector minero también creció un 7,78% tras dos años de desempeño negativo, favoreciendo la recuperación general. De igual manera, se impulsó la inversión pública y se iniciaron numerosos proyectos de infraestructura, generando un efecto multiplicador en la economía.
Durante los primeros nueve meses del año se logó mantener controlada la inflación. El índice de precios al consumidor (IPC) en este período aumentó un 3,27%, mientras que la inflación subyacente se situó en el 3,19%, lo que creó un margen favorable para una gestión flexible de la política monetaria, respaldando el crecimiento y la estabilidad macroeconómica.
En la etapa analizada, los ingresos del presupuesto estatal alcanzaron casi el 98% de la estimación anual, con una subida de más del 30% en comparación con igual período del año 2024, lo que refleja la firme recuperación de la producción y la actividad empresarial.
La tasa de desembolso del capital de inversión pública se optimó significativamente, concentrándose el capital en seguridad social, infraestructura de transporte, transformación digital y programas de desarrollo sostenible.
Para finales de septiembre, el crédito en toda la economía había aumentado un 13,37%, de los cuales el 78% de los préstamos pendientes se destinaron a la producción y los negocios.
También se mantuvieron estables los tipos de cambio, las tasas de interés y el mercado de divisas, lo que contribuyó a disminuir los costos de capital para las empresas y a fomentar la inversión y la producción.
Como pilar de la economía se distingue el sector agrícola, manteniendo un crecimiento estable gracias al buen desarrollo de los cultivos perennes, la expansión de la avicultura y la acuicultura, y el aumento de las exportaciones agrícolas, principalmente de café, anacardos, pimienta y mariscos.
Los servicios, el comercio y el consumo interno mantuvieron su dinamismo, lo que demuestra una mayor confianza del mercado.
Asimismo, el turismo se recuperó con fuerza, con una ampliación notable en el número de visitantes nacionales e internacionales, lo que contribuyó significativamente al PIB regional de muchas localidades con gran desarrollo de la industria del ocio.
La atracción de inversión extranjera directa (IED) se mantuvo positiva, con numerosos proyectos a gran escala registrados y ampliados, lo que ratifica la confianza de los inversores foráneos en el entorno empresarial estable de Vietnam y sus perspectivas a largo plazo, en especial ante la tendencia de transformación de las cadenas de suministro mundiales.
Pese a los resultados positivos, Nguyen Thi Huong alertó que la economía todavía enfrenta numerosos riesgos, tanto externos como internos. Advirtió que las políticas de protección comercial y las fluctuaciones arancelarias en Estados Unidos pueden dañar las exportaciones.
Mencionó otros factores que pueden incrementar los costos de producción como el lento crecimiento económico mundial, la débil recuperación del consumo, las normas ambientales cada vez más estrictas, junto con las incertidumbres en los precios del petróleo y las materias primas estratégicas.
Las fluctuaciones en el tipo de cambio del dólar estadounidense, los precios del oro y el aumento de las tensiones geopolíticas también ejercen presión sobre los costos de importación, los pagos de la deuda en moneda extranjera y los precios de las materias primas nacionales.
En cuanto a los desafíos internos, hizo referencia a la necesidad de acelerar el desembolso de la inversión pública, a las limitaciones en la capacidad de absorción de capital de las empresas y a las dificultades legales y crediticias que enfrenta el mercado inmobiliario.
Asimismo, el impacto del cambio climático y los desastres naturales sin precedentes representan un importante desafío para la estabilidad de la producción y la infraestructura socioeconómica.
Nguyen Thi Huong puntualizó que los indicadores macroeconómicos de los primeros nueve meses del año sientan una base sólida para materializar el objetivo de crecimiento superior al 8%, pero insistió en la importancia de seguir manteniendo la estabilidad macroeconómica, mejorar la competitividad, consolidar nuevos motores de crecimiento y responder de manera proactiva a los riesgos externos.
Para lograr la meta propuesta, el Departamento de Estadística sugirió seis grupos clave de soluciones.
En primer lugar, es necesario estabilizar constantemente la macroeconomía, garantizando el equilibrio de los principales sectores, incrementando la autonomía, la resiliencia y la adaptabilidad a las fluctuaciones mundiales.
Segundo, deben apresurar el desembolso del capital de inversión pública, priorizando los proyectos clave de infraestructura nacional, eliminando los obstáculos en los mecanismos y procedimientos, y ejecutando políticas para atraer inversión en alta tecnología.
Tercero, es esencial optimizar la productividad y la calidad de los productos y servicios industriales a través de la innovación y la transformación digital; fomentar el comercio electrónico y la promoción comercial en grandes mercados potenciales.
En cuarto lugar, el sector agrícola debe robustecer la vigilancia epidemiológica, aplicar la ciencia y la tecnología, desarrollar modelos de bioseguridad, garantizar un suministro estable y avanzar hacia un desarrollo verde y sostenible.
Quinto, el sector turístico necesita innovar continuamente sus productos, estudiar cuidadosamente cada mercado y crear experiencias memorables para atraer turistas nacionales e internacionales.
Sexto, es importante aplicar eficazmente las políticas de seguridad social, brindar apoyo inmediato a las personas en situación de riesgo, formar recursos humanos de alta calidad, promover la prevención de desastres naturales y enfermedades, y garantizar la seguridad y la estabilidad social.
Con los resultados positivos alcanzados hasta la fecha y la determinación de todo el sistema político, Vietnam cuenta con una buena base para lograr y superar el objetivo de crecimiento de más del 8% en 2025, mientras mantiene la estabilidad macroeconómica, revitaliza la confianza de los inversores y crea las condiciones para un período de desarrollo rápido y sostenible en el futuro cercano./.