El bloque de los residentes vietnamitas en el extranjero llamó la atención en el desfile conmemorativo por el 80. º aniversario del Día Nacional, celebrado el 2 de septiembre.
Los rostros radiantes de quienes desfilaron no solo demuestran el orgullo nacional, sino que también son una prueba vívida de la solidaridad de la enorme comunidad de vietnamitas residentes en el exterior.
La presidenta de la Asociación de Jóvenes y Estudiantes Vietnamitas en Japón, Ngo Thi Anh Tuyet, compartió su emoción al caminar por el Mausoleo del Tío Ho y aseguró que participar en el desfile es un honor.
«Me siento sumamente honrada y orgullosa de participar en esta gran ceremonia nacional. No es solo un honor personal, sino también un reconocimiento a las contribuciones de la comunidad vietnamita en el extranjero», dijo con la voz entrecortada.
Aseguró además que resultó sumamente conmovedor ver a los líderes y al pueblo saludar a los compatriotas que viven en el extranjero desde las gradas, lo que representa una señal clara de que la Patria siempre abre sus brazos para recibir a los ciudadanos que están lejos de casa.
Nguyen Duy Anh, presidente de la Asociación Vietnamita en la prefectura de Fukuoka, Japón, con más de 20 años viviendo en ese país, también expresó su profunda conmoción por formar parte de este momento histórico.
Como rector de la Academia UGG, con más de 500 estudiantes de 20 países, Duy Anh reflexiona que la presencia de la comunidad vietnamita en este evento es una oportunidad para demostrar solidaridad y acompañar el progreso del país.
Significó que su momento más conmovedor fue cuando todo el mundo en el desfile pasó por el Mausoleo del Tío Ho, donde sintió el orgullo y la dignidad nacionales y una conexión indescriptible con la historia de la Patria.
Duy Anh también hizo referencia al exigente proceso de entrenamiento, que iniciaba desde horas tempranas de la mañana y culmina a altas horas de la noche.
"Cada ensayo fue una lección de disciplina y espíritu del colectivo. No solo practicamos los movimientos, sino también nuestro espíritu y amor por nuestro país. Fueron momentos preciosos que siempre recordaré", puntualizó.
Este vietnamita orgulloso manifestó además su concordancia con las políticas y decretos del Gobierno vietnamita para llevar el país a la arena internacional.
Agregó que este desfile resulta una inspiración para que toda la comunidad de coterráneos siga contribuyendo a su país de origen.
“Espero que la bandera roja con la estrella amarilla de Vietnam ondee siempre con orgullo, no solo en el corazón de cada ciudadano, sino también en los foros internacionales”, pareció.
Por su parte, Tran Le Hung, un científico que actualmente trabaja en la Universidad Gustave Eiffel, Francia, reconoció que siempre que regresa a Vietnam percibe el sólido desarrollo del país, especialmente en el ámbito de la ciencia y la tecnología. ´
Resaltó que este progreso se refleja en la gran necesidad de las universidades nacionales de buscar y atraer talento, así como en la iniciativa de las escuelas para conectar con intelectuales compatriotas en el exterior.
Le Hung agradeció además la constante atención que brindan el Partido y el Estado a los residentes vietnamitas en el extranjero, a través de eventos como «Primavera en la patria» o «Truong Sa», lo que ratifica la responsabilidad y los derechos de los connacionales en el extranjero y les impulsa a continuar contribuyendo.
Las emociones sagradas, el orgullo nacional y las aspiraciones de los vietnamitas residentes en el exterior son una prueba vívida de la fuerza de la gran unidad nacional, un recurso valioso que apuntala la construcción de un Vietnam cada vez más bello y enérgico./.