Hanoi (VNA) – El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) mantuvo sus perspectivas económicas positivas para Vietnam, pronosticando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país del 6% en 2024 y del 6,2% el año siguiente.
En una conferencia de prensa efectuada hoy para anunciar un informe sobre las perspectivas de desarrollo de Asia, el director nacional del BAD para Vietnam, Shantanu Chakraborty, dijo que la economía del país indochino mostró una sólida recuperación en el primer semestre y mantendrá su impulso de crecimiento a pesar de las incertidumbres globales, gracias a la recuperación constante a la mejora de la producción industrial y un fuerte repunte del comercio.
Destacó que el sector industrial siguió siendo el principal motivo del crecimiento, con la demanda externa de productos electrónicos impulsando la producción nacional. La recuperación económica también estuvo respaldada por el repunte del sector turístico y la producción agrícola estable.
Sin embargo, la débil demanda interna y las sombrías perspectivas económicas globales se sumarán a las incertidumbres, detalló. Alertó además que los recortes de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos junto con medidas similares del Banco Central Europeo pueden debilitar las exportaciones de Vietnam.
El banco también predijo que la tasa de inflación de Vietnam será del 4% en los próximos dos años, aunque las tensiones geopolíticas, incluidos los conflictos en Medio Oriente y entre Rusia y Ucrania, podrían inducir a la subida de los precios del petróleo con efectos indirectos sobre la inflación.
Enlistó varios riesgos que podrían desacelerar el crecimiento económico de Vietnam, incluida la débil demanda en las principales economías, el aumento del proteccionismo y las inestabilidades relacionadas con las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre que pueden conducir a la fragmentación del comercio, lo que afecta negativamente a las exportaciones, la actividad manufacturera y el empleo.
Los expertos del BAD sugirieron a Vietnam impulsar la demanda interna a través de medidas de estímulo fiscal más fuertes, como acelerar la inversión pública y mantener bajas las tasas de interés. Sostuvieron que son necesarias medidas políticas coordinadas para fomentar la recuperación económica, dada la relativa estabilidad de precios y la demanda suavizada.
La política monetaria del país debe seguir apuntando tanto a la estabilidad de precios como al crecimiento. Cualquier flexibilización adicional de la política monetaria debería estar estrechamente coordinada con una política fiscal expansiva, junto con la aceleración de las reformas institucionales para apoyar la economía, recomendaron.
En relación con los esfuerzos de recuperación de Vietnam tras el tifón Yagi, el economista jefe del BAD, Nguyen Ba Hung, apuntó que los mejores mecanismos para la reconstrucción son confiar en los seguros y el apoyo presupuestario, como la inversión pública en la construcción de infraestructuras posteriores al desastre y la producción agrícola./.