Hanoi (VNA)- A pesar de registrar señales positivas, con un crecimiento previsto del 4,25% para 2025, las exportaciones acuícolas de Vietnam se enfrentan a crecientes presiones por las estrictas barreras técnicas en sus mercados clave: la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EE.UU.).
El principal desafío en la exportación hacia la UE continúa siendo la “tarjeta amarilla” impuesta a los productos acuícolas vietnamitas. Además, la densa y cambiante red regulatoria europea, que emite o modifica unas 180 normativas anuales, impacta directamente en los procesos de producción y los estándares de calidad.
Entre los próximos cambios destacan nuevos límites para el arsénico inorgánico en pescado y crustáceos, previstos para el cuarto trimestre de 2025, y la prohibición total del uso de antimicrobianos como promotores del crecimiento a partir de septiembre de 2026.
Por su parte, Estados Unidos ejercerá presión a través de aranceles y la estricta Ley de Protección de Mamíferos Marinos (MMPA), que entrará en vigor a principios de 2026. Vietnam ha sido evaluado con un estatus de “equivalencia parcial” en esta normativa, a diferencia de los 89 países con equivalencia total. Solo 11 de los oficios de pesca vietnamita están reconocidas como equivalentes, lo que afectará significativamente a sus exportaciones. Las autoridades nacionales se han comprometido a aprender de otros países y a implementar un plan detallado para alcanzar los estándares requeridos en el menor tiempo posible.
Ante estas presiones, el sector se está reestructurando hacia un modelo verde, transparente y sostenible. Las autoridades de la rama destacan la necesidad de diversificar las especies cultivadas, fortalecer el control de calidad de los insumos y mejorar la bioseguridad y la trazabilidad.
Expertos subrayaron que la diversificación no solo es clave para el crecimiento, sino también para la supervivencia, al reducir riesgos y mejorar la competitividad. Asimismo, se recomienda a las empresas cambiar su estrategia de competir por precio a competir por calidad, sostenibilidad y transparencia, impulsando productos ecológicos y certificados.
Mientras se adapta a las exigencias de EE.UU. y la UE, el sector también explora mercados con estándares menos rigurosos pero con fuerte crecimiento, como Medio Oriente, Asia del Sur, África y América del Sur. Productos como el pescado Tra (pangasius), el atún, los camarones y los moluscos vietnamitas ya se están abriendo paso en estas regiones gracias a su calidad y precios competitivos./.