Hanoi (VNA) – A pesar de las crecientes presiones provocadas por el auge del proteccionismo comercial a nivel global, la economía vietnamita logró un notable crecimiento en el tercer trimestre de este año, con un aumento interanual del 8,23 % en su Producto interno pruto (PIB).
De acuerdo con cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), citadas por numerosos medios internacionales, esta es la tasa de crecimiento más alta registrada desde 2011, lo que resalta la notable capacidad de adaptación del país en un contexto global incierto.
Este dinamismo económico se mantuvo incluso después de que Estados Unidos aplicara oficialmente, a partir del 7 de agosto, un arancel del 20 % a la mayoría de productos importados desde Vietnam.
Según Reuters, el valor total del comercio exterior de Vietnam superó los 680 mil millones de dólares al cierre de septiembre de 2025, con un superávit comercial de 16,8 mil millones de dólares. La inflación en septiembre fue del 3,38 %, por debajo del objetivo gubernamental del 4,5–5 %, mientras que la producción industrial creció un 9,1 % en el tercer trimestre. Además, la inversión extranjera directa (IED) desembolsada en los primeros nueve meses alcanzó su nivel más alto de los últimos cinco años.
Las exportaciones de Vietnam cayeron un 1,7 % en septiembre respecto a agosto, encadenando su segundo mes consecutivo de descenso, principalmente por la nueva política arancelaria de EE. UU. No obstante, en el acumulado de los primeros nueve meses del año, las exportaciones crecieron un 38 % interanual, impulsadas por el buen desempeño de productos como el café, los químicos y los componentes electrónicos, que compensaron las caídas en el sector textil y del calzado.
Durante el tercer trimestre, los ingresos por exportaciones alcanzaron los 128,57 mil millones de dólares, lo que supone un aumento del 18,4 % interanual. Las importaciones, por su parte, subieron un 20,2 % hasta los 119,66 mil millones de dólares, manteniéndose así un superávit comercial de 8,91 mil millones de dólares.
Expertos internacionales atribuyen estos resultados a la agilidad del sector productivo vietnamita, especialmente en rubros como la electrónica, los productos químicos y la energía renovable, beneficiados por la diversificación de las cadenas de suministro globales y acuerdos fiscales bilaterales preferenciales.
Según el portal estadounidense ainvest.com, la recuperación económica de Vietnam se sostiene sobre tres pilares fundamentales: el aumento de la IED, un repunte del turismo internacional y el sólido crecimiento del consumo y del crédito interno. A esto se suma una inflación baja y estable, que ha fortalecido el poder adquisitivo de los consumidores, manteniendo la demanda interna. El sitio también destacó que, pese a los efectos negativos de los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones tradicionales, Vietnam se perfila como un nuevo polo de energía renovable en Asia. El sector manufacturero continuó en expansión en septiembre de 2025, con un Índice de Gerentes de Compras (PMI) de 50,4, lo que marca su tercer mes consecutivo en zona de crecimiento y una perspectiva económica "cautelosamente optimista".
El sector de energía limpia, especialmente la solar y la eólica, ha tomado un papel destacado. Aunque el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA), con sede en EE. UU., ha advertido sobre riesgos relacionados con aranceles antidumping y los mecanismos de licitación competitiva, los inversores siguen considerando que Vietnam cuenta con importantes ventajas comparativas, gracias a sus abundantes recursos naturales, costos competitivos y un entorno de inversión estable.
Sin embargo, varias instituciones internacionales reconocidas advierten que Vietnam podría enfrentar ciertos desafíos en los últimos meses del año. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), los efectos de los aranceles estadounidenses se harán más evidentes en el cuarto trimestre de 2025, cuando las órdenes de exportación empiecen a reflejar mayores costos. El FMI estima que el arancel del 20 % podría reducir el PIB vietnamita en entre 0,5 y 0,7 puntos porcentuales, a menos que se compense con una mayor inversión pública y un consumo interno robusto.
Organismos como el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevén una desaceleración del crecimiento económico de Vietnam en el último trimestre, debido a la caída de la demanda global y al impacto más tangible de los aranceles. No obstante, sus escenarios base siguen situando a Vietnam entre las economías más dinámicas de Asia, con una proyección de crecimiento anual del 6,6 al 7 %, notablemente superior al de otros mercados emergentes.
Nguyen Ba Hung, economista del BAD, comentó que las últimas previsiones económicas del banco, publicadas el 30 de septiembre, revisaron al alza la expectativa de crecimiento para Vietnam en 2025, basándose en factores positivos como el continuo aumento de las exportaciones y la entrada de capital extranjero, a pesar del impacto de los aranceles estadounidenses.
Según analistas internacionales, si Vietnam logra mantener sus tres pilares clave - una entrada constante de IED, un consumo interno sólido y una inversión pública eficaz-, y al mismo tiempo avanza en su transición energética y digital, el objetivo de crecimiento del gobierno para 2025 aún es viable bajo un escenario favorable.
La mayoría de los observadores internacionales consideran que el crecimiento del 8,23 % en el tercer trimestre es una clara demostración de la resiliencia y capacidad de adaptación de Vietnam frente a la turbulencia del comercio global. Sin embargo, para alcanzar la meta anual del 8,5 %, los expertos sugieren al país seguir transformando su modelo económico, alejándose de las exportaciones intensivas en mano de obra y apostando por sectores basados en tecnología, energías limpias e innovación.
De lograrlo, Vietnam podría pasar de ser un simple beneficiario de la cadena de suministro global a convertirse en un actor clave dentro de una nueva cadena de valor industrial en Asia./.