Un hombre de modales humildes y alma grande dedicó su vida a sembrar una revolución en Vietnam cuyos frutos no dejan de sorprender al mundo; pues el legado de Ho Chi Minh sigue siendo el pilar sobre el cual su pueblo se ampara, construye y renace.

ANTECEDENTE CLAVE

Hijo de un erudito y maestro del confucianismo, Ho Chi Minh se las ingenió de joven para burlar la ley colonial francesa imperante, que no permitía a los vietnamitas nativos salir del país, y aceptó un puesto de ayudante de cocina en un barco (1911) para poder palpar el mundo. Así, conoció varios países y distintas ideologías, aunque su pensamiento tendió a identificarse con el marxismo-leninismo, por considerarlo una vía digna para mejorar la vida material y espiritual del pueblo.

Desde Francia, el joven abogó en la prensa por la independencia vietnamita y el principio de autodeterminación. Logró hacerlo perfectamente gracias a una gran inteligencia, Ho Chi Minh podía hablar y escribir con fluidez en francés, y se convirtió en editor de más de un periódico. “(…) En principio, el progreso común depende del desarrollo del internacionalismo, y la civilización sólo es beneficiosa cuando las relaciones internacionales se amplían y fortalecen”, escribió en el periódico L’Humanité, el 2 de agosto de 1919.

Al año siguiente, llegó a ser miembro fundador del Partido Comunista Francés. Sus intereses le condujeron a trasladarse de París a Moscú, para participar en varios congresos de la Internacional Comunista y de ahí a China, donde ejerció de traductor y ayudante de un diplomático y recibió instrucción militar. En aquel vecino país, organizó revoluciones desde la clandestinidad, dominó el idioma chino en dos de sus variantes más populares: el cantonés y el mandarín, impulsó levantamientos armados, no lo doblegaron ni las cárceles ni las torturas, escribió poesías en prisión, promovió huelgas y motines.

Allá, el hombre que había nacido como Nguyen Sinh Cung y que debió usar varios apodos a lo largo de su vida adoptó, por primera vez, el sobrenombre con el cual sería conocido universalmente: Ho Chi Minh, que significa “el que ilumina”. En 1930, en China, fundó el Partido Comunista de Vietnam (PCV), institución rectora de la política de la nación indochina en la actualidad.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 1Nguyen Ai Quoc (seudónimo de Ho Chi Minh que significa el Patriota), asiste e interviene en el 18º Congreso Nacional del Partido Socialista Francés en la ciudad de Tours, el 26 de diciembre de 1920. (Foto: Archivo de VNA)

Cuando Ho Chi Minh regresó a la Patria (1941), tras tres décadas de haberse marchado a recorrer el mundo y trabajar en países como Reino Unido, Estados Unidos, Francia y China, entre otros, era un hombre culto con una visión clara de futuro próspero para su tierra natal, y se empeñaría en llevarla adelante hasta las últimas consecuencias.

En Vietnam, luchó contra la ocupación japonesa y el colonialismo francés. Bajo su liderazgo, el país conquistó la independencia nacional, el 2 de septiembre de 1945 y, desde ese mismo momento, se preocupó por enviar cuadros para estudiar los avances científicos y técnicos en el extranjero. En una carta a las Naciones Unidas (ONU), enviada en 1946, el prócer de la independencia asegura a los países democráticos que Vietnam estaba listo para implementar la política de apertura y cooperar en todos los sectores, ya desde entonces ofrecía una recepción favorable para la inversión de capitalistas y técnicos extranjeros en todas sus industrias. Sin embargo, la contienda bélica contra el invasor europeo aún se prolongaría nueve años hasta 1954 con la histórica victoria en la Batalla de Dien Bien Phu.

Todavía faltaban años para que este país pudiera finalmente abrazar la paz, Ho Chi Minh nunca pudo verlo pues falleció el 2 de septiembre de 1969, en su humilde vivienda en Hanoi, a la edad de 79 años. La muerte del gran líder impactó allende los mares, donde el modesto dirigente vietnamita había cosechado admiradores por su sabiduría, audacia y sencillez.

Quienes le conocieron coinciden en que el mandatario siempre esquivó los privilegios y las formalidades, hasta en el vestir, y aunque recibió a jefes de Estado y embajadores extranjeros en el Palacio Presidencial, en Hanoi, se rehusó a habitar allí. Prefirió construir una pequeña casa de madera sobre pilotes, en la parte trasera del palacete, frente a un estanque, alrededor del cual desplegó su pasión por la naturaleza, la jardinería, la lectura. Disfrutaba alimentar a los peces y sembrar él mismo, así como visitar escuelas y conversar con los niños. La familiaridad con la que trataba a las personas motivó a su pueblo a bautizarlo con el apelativo cariñoso de “Tío Ho”.

Si bien jamás ostentó de nada, la fuerza de su pensamiento y las estrategias trazadas devinieron la inspiración para seguir librando combates y vencer al imperialismo estadounidense, que de 1954 a 1975, trató de impedir la reunificación de Vietnam (Norte y Sur) en un solo país soberano. Por miedo a que los nacionales acordaran la unidad mediante un referendo, el gobierno norteamericano de la época intentó frenar el fervor comunista, incluso con el envío de tropas, a partir de 1964. El conflicto bélico desatado en pleno período de la Guerra Fría fulminó la vida de más de un millón de nativos, pero culminaría con serias consecuencias militares, morales y psicológicas para el agresor, la mayor derrota militar en la historia estadounidense.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 2El Presidente Ho Chi Minh se toma una foto en el Palacio Presidencial con los delegados que asistieron a la Conferencia Internacional en Solidaridad con el Pueblo Vietnamita contra el imperio estadounidense para proteger la paz, en noviembre de 1964. (Foto: Archivo de VNA)

“Por cada diez de los nuestros que matéis, nosotros mataremos a uno de los vuestros. Y al final vosotros os cansaréis antes”, había profetizado Ho Chi Minh y, sin dudas, se cumplió. El ideario del paladín guio al heroico pueblo vietnamita en la consecución de sus aspiraciones y en la continuidad de una revolución política, económica y social.

RAYOS DE LUZ DE UN LEGADO SÓLIDO

Cualquier abordaje de la historia actual de Vietnam y sus éxitos como nación, tiene como trasfondo la trayectoria e impronta del “gran artífice del pensamiento postcolonial”, como lo definió el filósofo y literato inglés Bertrand Russell. Los logros de la política exterior del país, a través de los años, han estado marcados por principios defendidos por el eminente líder como respeto, igualdad, paz, autodeterminación, humanismo, cooperación internacional, soberanía, justicia y adaptabilidad en función del bienestar del pueblo. Como idea rectora, Ho Chi Minh subrayaba: “Debemos confiar en nuestra fuerza. Si somos fuertes, la diplomacia ganará. La fuerza es el gong y la diplomacia es la resonancia. Si el gong es grande, el sonido será resonante”.

En aras del progreso social y económico, el Partido Comunista de Vietnam inició en 1986 el proceso de Renovación (en vietnamita Doi Moi) que incentivaría una serie de reformas en el campo de la economía y un mayor estrechamiento de relaciones con la comunidad mundial, todo sin renunciar al ideal socialista y a la gran unidad nacional. El resultado tributó al florecimiento de la nación, abrió las puertas del mercado y la industria, modernizó estructuras, permitió el crecimiento del sector privado como una fuerza dinámica relevante de la economía, impulsó el desarrollo en general, y se enriqueció con la aplicación de la hoy reconocida “diplomacia de bambú” en la política exterior, un concepto acuñado por el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, quien lo nominó por primera vez en 2016.   

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 3El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, habla en la primera Conferencia nacional de Asuntos Exteriores en 2021. (Foto: VNA) 

Aprender a ser firme y flexible a la par, sin sucumbir a las presiones externas, marcó la táctica de un presente y futuro que beben de las sólidas raíces de la historia pretérita. Un poema popular vietnamita recuerda que los setos de bambú moran en leyendas; con tallos demacrados y hojas frágiles los hombres han erigido murallas.

Confiados en que, como decía el Tío Ho: “la raíz hace sólido al árbol”, esta postura fue el complemento ideal; pues asumió las cualidades de una planta con la capacidad de doblarse sin llegar a romperse, gran elasticidad, raíces duras, tallo consistente, peso liviano y resistencia, idealizada como reflejo de fuerza colectiva por la característica de crecer en grupo. El bambú aparece en la mitología asiática desde tiempos ancestrales; ha proporcionado alimento, armas, herramientas de trabajo; incluso, su sonido se aprecia como una conjunción perfecta entre la tierra y el mar.

La gran metáfora del bambú significó para Vietnam asumir las transformaciones necesarias en aras de superar las carencias y procurar un futuro de prosperidad, sin faltar a sus principios fundamentales. Buscar alianzas hasta con los más disímiles contrarios, aprovechar lo positivo de todos con un enfoque constructivo. A la vez, representa la extensa lucha del país por la independencia nacional, su historia de resistencia épica, y sentó una dirección clara, pragmática, un estilo efectivo y trascedente para la práctica diplomática que no ha dejado de sumar logros a la causa de la construcción socialista.

El profesor japonés Yoichiro Sato, de la Universidad Asia Pacífico de Ritsumeikan (Japón), razonaba: “A lo largo de su historia nacional, Vietnam se ha enfrentado a múltiples potencias extranjeras y otros desafíos, pero el país ha logrado sobrevivir y mantener su independencia. Por lo tanto, es comprensible por qué la diplomacia de bambú se convirtió en una parte importante de la cultura vietnamita.” 

Una política exterior inteligente y flexible condujo a la firma de acuerdos comerciales con países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, China, Japón, Rusia, Francia, Australia, Corea del Sur, entre muchos, y bloques regionales como la Unión Europea y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la cual es miembro. Las inversiones hoy continúan en ascenso.

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El estrechamiento de relaciones con socios estratégicos apuntaló el éxito de la implementación de una economía de mercado con orientación socialista en Vietnam; pues, al tiempo que impulsaba el crecimiento económico, se preocupaba por mejorar la seguridad social y los servicios públicos, reducir las brechas sociales, actualizar e invertir en la educación y la salud.

Tras haber superado distintas guerras, con victorias que aun celebra orgulloso, a Vietnam le quedó clara aversión a la beligerancia y ha tenido el buen tino de entender y respaldar la resolución de disputas y diferencias solo mediante medidas pacíficas, basadas en el derecho internacional. En consecuencia, lleva décadas presentando a la comunidad mundial evidencia legal acerca de su soberanía sobre las islas Hoang Sa (Paracel) y Truong Sa (Spratly), en el Mar del Este, y se ampara en tratados multilaterales como la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS).

Fomentar la comprensión y el respeto mutuos emana de la referida política de bambú. En el Libro Blanco de Defensa Nacional de 2019, el país ratifica la decisión sempiterna de no unirse a ninguna alianza militar, ni autorizar el establecimiento de bases militares extranjeras o usar su territorio para perpetrar actividades castrenses contra otros países, y rechaza el uso de la fuerza en las relaciones internacionales.

Así, a grandes rasgos, Vietnam se convirtió en la economía de más rápido crecimiento en Asia y, al mismo tiempo, redujo la tasa de pobreza multidimensional a menos del cinco por ciento, según reportes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), gracias también a políticas preferenciales de apoyo a las personas con escasos recursos económicos, para garantizar que nadie se quede atrás.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 5Vietnam es actualmente una de las economías de más rápido crecimiento en Asia. (Foto: Getty)

Modernidad y tradición se fusionan a todo lo largo del territorio. La globalización no alteró la esencia cultural del pueblo, que hoy asume la imponente tecnología digital como un facilitador de vida, un medio para mantener sus pagodas, ao dai (el hermoso traje tradicional de la nación), sombreros cónicos, abanicos, triciclos, marionetas acuáticas, múltiples altares de ofrendas para los ancestros y propuestas culinarias capaces de atraer por sí solas un gran turismo.

De hecho, el país no ha dejado de adoptar medidas e invertir, con el fin de visibilizar ante el mundo sus atractivos y pujar como potencia turística. La amabilidad peculiar de los vietnamitas facilita, por lo general, una percepción positiva de los visitantes foráneos.

Diversas revistas internacionales han empezado a recomendar a Vietnam entre los destinos más sugerentes, como las estadounidenses Travel + Leisure y CEO World, la australiana Lonely Planet y la canadiense The Travel; mientras la agencia neerlandesa de reservas en línea Booking.com, una de las empresas de viajes más importantes del mundo, promociona las bondades del patrimonio indochino, apegado sobre todo a la naturaleza; y la famosa Guía Michelin, originaria de Francia, recién incluyó en sus páginas a 103 restaurantes y mesones de Vietnam, cuatro de los cuales recibieron la prestigiosa Estrella de calidad (tres en Hanoi y uno en Ciudad Ho Chi Minh), 70 clasificaron en la categoría de Michelin Selected y 28 recibieron títulos de Bib Gourmand, concedido a centros que ofrecen una buena relación calidad-precio.

Consolidar una política exterior de independencia, autodeterminación, multilateralismo y diversificación del país, respetuosa de la paz y flexible como el bambú destaca entre los aciertos de la dirección del Partido Comunista de Vietnam, cuyo secretario general Nguyen Phu Trong, se ha empeñado en consolidar el desarrollo sostenible, la superación de numerosos retos, así como la prevención y lucha contra la corrupción y negatividad. Incluso, elaboró un libro sobre este tema, publicado por la Editorial Política Nacional Su That (Verdad), con el título: “Luchar resuelta y persistentemente contra la corrupción y la negatividad, contribuyendo a hacer cada vez más fuertes y sanos el Partido y el Estado”. Su difusión ha significado poner en manos de los cuadros un valioso material orientador, con propuestas concretas para todos los niveles. La obra, de irrefutable utilidad teórica y práctica, brinda explicaciones claras de los problemas apremiantes y, constituye un manual de instrucción y lucha, de perfeccionamiento y, a la vez, reafirmación del pensamiento de Ho Chi Minh.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 6El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, interviene en una reunión del Comité Directivo Central para la prevención y lucha contra la corrupción y la negatividad. (Foto: VNA)

Por eso, a nadie puede extrañar que de manera constante, Vietnam estimule el estudio y seguimiento de la ideología, la moral y el estilo del Héroe Nacional a todos los niveles de sindicatos, funcionarios y trabajadores. Y, en consonancia con la propia biografía del adalid, no ha visto con carácter negativo ni contradictorio la emigración. Por el contrario, ha patentizado la voluntad de sostener una relación cordial con los emigrados y afianzar sus vínculos con la cultura e identidad vietnamita, las cuales tienen como núcleo central a la familia. Se han destinado recursos para proteger a la comunidad de expatriados, se les brinda facilidades para viajar al hogar primigenio e, incluso, invertir en su propio país.

Cada año, Vietnam intenta mejorar aún más su posición y prestigio en el plano internacional, en un entorno pacífico, de seguridad y confianza, pese a las complejas e inesperadas fluctuaciones de la economía planetaria. El país ha insistido en demostrar su intención de contribuir activa y responsablemente a prestigiosos foros multilaterales, en especial las Naciones Unidas, la ASEAN, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y el mecanismo de cooperación subregional de Mekong.

De acuerdo con datos oficiales, Vietnam cultiva vínculos comerciales con 230 países y territorios; y relaciones diplomáticas con 192 naciones, de las cuales cuatro son de “asociación estratégica integral” (China, Rusia, India y Corea del Sur). Los nexos con el mundo se vigorizaron con la firma de 15 Tratados de Libre Comercio (TLC), incluidos los de “nueva generación” como el Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP), el TLC con la Unión Europea (EVFTA) y el de Asociación Económica Integral Regional (RCEP).

Entre los logros diplomáticos de Vietnam en 2022, sobresalieron haber sido electo como uno de los vicepresidentes de la 77ª Asamblea General de las Naciones Unidas, miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el período 2023-2025 y del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO para la etapa 2022-2026 (elegido con el mayor número de votos). El prestigio es visto como una base indispensable para el progreso.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 7Vietnam fue elegido miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el período 2023-2025, durante una sesión del 77 período de la Asamblea General de la mayor organización mundial, el 11 de octubre de 2022. (Foto: VNA)

La presente década se considera de gran importancia para el país, pues a partir de 2021 comenzó a desplegarse por primera vez la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista, en busca de convertir a Vietnam en una nación desarrollada con altos ingresos y de orientación socialista a mediados de este siglo. El fortalecimiento de relaciones diplomáticas pacíficas, integrales, diversificadas, abiertas y modernas formó parte de varios de los contenidos aprobados sobre los asuntos exteriores en la magna cita, en la cual el secretario general del PCV, Nguyen Phu Trong, brillantemente resumió:  

“Durante más de 90 años, bajo el liderazgo del Partido y el Presidente Ho Chi Minh, sobre la base de la aplicación creativa de los principios fundamentales del marxismo-leninismo, heredando y promoviendo la cultura nacional y la identidad diplomática, adoptando selectivamente los mejores valores de la cultura internacional y del pensamiento más avanzado de la época, hemos construido una escuela de relaciones exteriores muy propia en la Era de Ho Chi Minh, rica en la identidad del “bambú vietnamita”, con “raíz firme, cuerpo fuerte y ramas flexibles”, imbuida del alma, el carácter y la voluntad del pueblo vietnamita”.

En el evento se debatieron dificultades y desafíos, incluida la compleja evolución de la pandemia de la COVID-19, que afectó a Vietnam y al planeta en general. Además, se ratificó la determinación de aprovechar todas las oportunidades y ventajas, con vistas a superar los problemas y potenciar el desarrollo rápido y sostenible del país, en función de “garantizar al máximo nivel los intereses nacionales en base de los principios básicos de la Carta de Naciones Unidas y leyes internacionales, la igualdad, la cooperación y el beneficio mutuo". Así lo testifica la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido.

UN PLANO ESPECIAL

Si con una nación Vietnam ha tejido una relación muy especial es con Cuba, un archipiélago del Caribe muy próximo geográficamente a Estados Unidos y que aún vive asediado por ese imperio, con un efectivo bloqueo económico, comercial y financiero. El mecanismo, que limita de forma continua, el desarrollo de la isla, ha tendido a arreciarse con el tiempo; sin embargo, Cuba ha persistido en la voluntad de construir el socialismo, a su propia manera.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 8El Presidente Ho Chi Minh y otros dirigentes vietnamitas en un mitin de bienvenida a la delegación del Partido Comunista y el Gobierno Revolucionario de Cuba, encabezada por el presidente Osvaldo Dorticós Torrado y el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Raúl Castro Ruz, quienes realizaron una visita a Vietnam a finales de octubre de 1966. (Foto: Archivo de VNA)

De alguna forma, la historia se encargó de enlazar a ambos pueblos. Ho Chi Minh nació el 19 de mayo de 1890 y, en esa misma fecha, cinco años después, cayó en combate el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, cuya figura inspiró la Revolución que triunfaría en la isla en 1959, bajo el liderazgo de Fidel Castro, quien en 1961 declaró el carácter socialista de ese proceso.

Cuba y Vietnam establecieron relaciones diplomáticas a nivel de embajador en 1960, lo cual significó el inicio de nexos en los planos de economía, comercio y cultura.

“¡Por Vietnam, Cuba está dispuesta a dar hasta su propia sangre!” Esta sentencia de Fidel devino el eje de las relaciones solidarias y fraternas de ambos países. Además, él se convirtió en el primer y único jefe de Estado extranjero que visitó la zona liberada de Vietnam del sur, en medio de la guerra. El año 2023 marca el medio siglo de la hazaña.

Por tal razón, ambas naciones han dispuesto numerosas actividades para conmemorar el 50 aniversario de la visita de Fidel a Vietnam, en donde acudió a la zona recién liberada de Quang Tri, a pocos meses de la firma de los Acuerdos de Paz de París (a lo largo de su vida, el líder cubano visitó Vietnam tres veces). Cuba igual atesora el mérito de haber sido el primer país del mundo en reconocer el Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur (1962) y, en años subsiguientes, apoyó a su hermano asiático con donaciones y el envío de especialistas en puentes y carreteras, entre otras necesidades.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 9A pesar de los desafíos y fluctuaciones de la coyuntura mundial, las relaciones de solidaridad y hermandad entre Vietnam y Cuba se consolidan y desarrollan en diversos campos. (Foto: VNA)

En 2023, también se celebra el 60 aniversario de la creación del Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur (25 de septiembre de 1963) y, en vista de la gran relación de Amistad Especial y Tradicional, delegaciones de la isla caribeña han viajado casi de manera constante al país con forma de S para intercambiar con homólogos indochinos en cada área.

Como muestra de la persistencia de nexos entrañables, sobresale la visita oficial a Cuba, en abril de 2023, del presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Vuong Dinh Hue, quien además de reunirse con las más altas figuras del archipiélago caribeño (el líder histórico Raúl Castro, el primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente Miguel Díaz Canel, el primer ministro Manuel Marrero y el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández), hizo historia al convertirse en el primer extranjero invitado a ofrecer un discurso en el Parlamento en sesión extraordinaria. El hito confirma los lazos especiales que visionaron los líderes históricos Fidel Castro y Ho Chi Minh, este último connotó: “Vietnam y Cuba están separados por miles de kilómetros, pero los corazones de los dos países son tan cercanos como hermanos”.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 10El presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Vuong Dinh Hue, pronuncia un discurso en la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, el 19 de abril de 2023. (Foto: VNA)

Al visitar Cuba en 2018, Nguyen Phu Trong sostuvo: “Somos amigos, hermanos, debemos ayudarnos uno al otro, debemos cooperar en todas las esferas, como suele decirse: Vietnam - Cuba es como el cielo y la tierra que nacen...”.

En los últimos tiempos, se han multiplicado los acuerdos bilaterales relevantes en el marco político, diplomático y económico, al punto que en menos de dos años, en 2021 y 2022, fueron suscritos 34. De ellos, 11 se firmaron en La Habana (2021) y 10 en Hanoi (2022), por altos dirigentes de ambas partes.

Preservar el legado de Fidel Castro y Ho Chi Minh deviene una de las tareas prominentes de las generaciones presentes y futuras. En ese sentido, las relaciones en el orden político y diplomático se cultivan al máximo nivel y, siempre que ha sido necesario, los vínculos se reactivan en dependencia del contexto histórico, como ha sucedido con el envío de donaciones para apoyar a la isla en momentos de gran dificultad, tras incidentes o desastres naturales en los tiempos más recientes; igual que Cuba acompañó antes en instantes muy difíciles al pueblo indochino.

Vietnam es, a la vez, el segundo socio comercial de Cuba en Asia, el principal inversionista asiático en la isla caribeña y el país de Asia con mayor presencia en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, donde –entre varios proyectos- destaca el establecimiento de una fábrica de detergentes y un parque de energía solar, ambos con capital de empresas vietnamitas.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 11El presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Vuong Dinh Hue, y su homólogo cubano, Esteban Lazo Hernández, cortaron la cinta para inaugurar la fábrica de detergente en polvo Suchel – TBV, en la Zona Especial de Desarrollo Mariel. (Foto:VNA)

Los dos países comparten un pasado de lucha heroica por la liberación nacional y un presente de aspiración de salvaguarda de la soberanía, el derecho de autodeterminación y la independencia, enlazados con la voluntad de construir el socialismo y brindar un futuro próspero a sus pueblos.

VIETNAM-AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Cuba fue el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones diplomáticas con Vietnam. En años sucesivos, la nación asiática procuró un acercamiento con América Latina y el Caribe que ganó impulso a fines del siglo XX, sobre todo, a partir del despliegue de una economía de mercado y la proyección de la diplomacia de bambú en el ámbito económico.

En la actualidad, la República Socialista de Vietnam posee relaciones diplomáticas oficiales con los 35 países de las Américas. En Hanoi, residen misiones permanentes de Cuba, Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, Haití, México, Panamá, Perú, Uruguay y República Dominicana, esta última abierta a inicios del presente año. No obstante, el nivel de los nexos con el área latinoamericana y caribeña resulta todavía bajo, por lo que existe un enorme potencial por explorar y explotarse.

Con Chile, el segundo país de Latinoamérica y el Caribe (el primero en Sudamérica) en establecer relaciones diplomáticas con Vietnam (1971), la nación indochina suscribió un TLC, en 2012, y un acuerdo de cooperación parlamentaria que se sumó a los más de 20 de tipo cooperativo vigentes en áreas como ciencia, tecnología, negocios, comercio y turismo, entre varias.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 12El presidente de Vietnam, Vo Van Thuong, recibe a la expresidenta chilena Michelle Bachelet, en visita en Hanoi, en marzo de 2023. (Foto: VNA)

Después de Cuba y Chile, en 1973, Argentina fue la tercera nación de América Latina y el Caribe en establecer relaciones diplomáticas con Vietnam. El interés por incrementar las relaciones económicas comerciales condujo a la firma del Acuerdo de Cooperación entre la Cámara de Comercio Argentina para el Sudeste Asiático y la Cámara de Comercio e Industria de Vietnam, en 1992, y luego a la rúbrica de distintos acuerdos y MOUs (memorandos de entendimiento) en disímiles sectores. Incluso, en 2009, se subscribió un Acuerdo de cooperación en las esferas de Energía y Petróleo.

En 2023, ambos países celebraron los 50 años de relaciones diplomáticas y el presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Vuong Dinh Hue, llegó hasta Buenos Aires para ratificar la alta importancia concedida por su país a la asociación integral con Argentina. Ambas partes formularon votos por intensificar la cooperación en los próximos tiempos y rubricaron nuevos tratados de cooperación bilateral.

Dinh Hue patentizó allí el deseo de promover la cooperación de beneficio mutuo con América Latina, en general. Vietnam tiene importantes relaciones económicas con otros países latinoamericanos como Brasil, México y Venezuela, por solo citar tres. Con el último mencionado exhibe más de 53 acuerdos de cooperación e intercambio comercial.  

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 13El embajador de Vietnam en Caracas, Vu Trung My (izquierda), y el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil Pinto (Foto: VNA)

Por su parte, el creciente protagonismo regional de Vietnam lo hacen ver como un puente a Asia, en particular, tras ostentar la presidencia de la ASEAN, en 2020. Pero los atractivos de Vietnam van más allá, sus logros en materia económica y diplomática lo señalan como un ejemplo de nación que ha sabido emprender el camino hacia el desarrollo sin olvidar el bienestar del pueblo. Esto, por encima de todo, debería ser un foco de interés para la mayoría.

La política exterior de Vietnam sigue firme y las relaciones económico-comerciales se materializan con más de 200 países, aunque no sin contratiempos. En la era de Internet, las redes sociales y los metaversos, la nación lucha por contrarrestar las informaciones falsas sobre el ejercicio de los derechos humanos y replantea estrategias para campear sobre las difíciles condiciones económicas del planeta, en medio de un panorama convulso de cambios vertiginosos.

Vietnam y Ho Chi Minh, raiz y estrella hinh anh 14El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, fue el primer líder extranjero al que recibió el secretario general del Partido Comunista y presidente de China, Xi Jinping, inmediatamente después del XX Congreso Nacional de la organización política china. (Foto. VNA)

Desastres naturales, contaminación medioambiental, brotes de enfermedades, cambio climático, tensiones geopolíticas globales, desafíos de seguridad no tradicionales, recesiones económicas y otros desórdenes, amenazan con entorpecer el camino. El perspicaz enfoque de Vietnam en política exterior deberá ofrecer soluciones según el contexto, con maleabilidad y entereza, encontrar fortalezas, garantizar adaptación y cierta placidez.

La diplomacia de bambú ennoblece el legado de Vietnam al mundo. Sacrificio y laboriosidad engalanan la historia del heroico pueblo vietnamita. Las claves de su éxito -pasado, presente y futuro- siguen estando en la tradición nacional de resiliencia, sintetizada admirablemente en la vida y legado de un hombre humilde que encontró el camino para ejercer como un gran líder: Ho Chi Minh, raíz y estrella./.

Por Martha Sánchez

VNA