Con el deseo de llevar una nueva tendencia a los clientes, el dueño de la cafetería Robotcafe construyó un robot que funge como mesero, llamado Mortar.
Mortar mide 1,3 metros de alto y pesa 20 kilogramos, es capaz de funcionar durante 15 horas, realiza la mayor parte del trabajo de un camarero, como llevar bebidas a los clientes, e incluso los invita a recoger sus pedidos con palabras.