Hanoi (VNA)- Las instituciones financieras internacionales reconocen a Vietnam como un punto brillante de crecimiento en la región, con un PIB que aumentó un 7,5% en el primer semestre de 2025, sentando las bases para alcanzar la meta anual de entre 8,3% y 8,5% y consolidando la confianza en sus perspectivas sostenibles.
En su informe de septiembre de 2025, varios organismos financieros internacionales destacaron a Vietnam como motor de crecimiento regional, a pesar de la incertidumbre global.
No obstante, las previsiones para 2025-2026 varían. El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) elevó su pronóstico a 6,7%, resaltando la fuerte recuperación de la industria y la construcción. El banco UOB, con sede en Singapur, se mostró aún más optimista, con un 7,5% y la perspectiva de que, con reformas sostenidas, Vietnam podría mantener un crecimiento promedio del 7% a largo plazo.

En contraste, el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) adoptaron escenarios más cautelosos, con previsiones de 6,6% y 6,5% para 2025, respectivamente. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió incluso que el crecimiento podría desacelerarse a 5,6% en 2026 debido al impacto de las nuevas políticas arancelarias de Estados Unidos.
Desde el 7 de agosto de 2025, Washington aplica un arancel del 20% a bienes importados directamente desde Vietnam y del 40% a productos considerados de “reexportación”, definición que aún genera incertidumbre y presiona a sectores clave de exportación. Según cálculos preliminares del BM, entre 1,6% y 10,6% del valor exportado a Estados Unidos podría verse afectado. En agosto, las ventas hacia ese mercado ya cayeron un 2%, impactando textil, madera y maquinaria.
A esto se suman riesgos derivados de la ralentización de las economías estadounidense y china, principales socios comerciales de Vietnam, y de los conflictos geopolíticos en Europa y Medio Oriente.
Los motores de crecimiento siguen sólidos: las exportaciones crecieron 14,2% en el primer semestre de 2025; la Inversión Extranjera Directa (IED) alcanzó 15,4 mil millones de USD, el mayor nivel en cinco años, principalmente en sectores de alta tecnología, energías renovables y manufactura avanzada. El consumo privado, que representa más del 65% del PIB, continúa siendo un pilar, con la inflación controlada en torno al 3,3%.
El turismo también repuntó, con casi 14 millones de visitantes internacionales en los primeros ocho meses, un alza cercana al 30% respecto al mismo período de 2024.
Vietnam aún cuenta con amplio margen de maniobra: la deuda pública equivale a menos del 34% del PIB, lejos del umbral del 60%. Esto permite avanzar en un plan de inversión en infraestructura valorado en 48 mil millones de USD, con más de 250 proyectos, capaz de generar fuertes efectos multiplicadores.
En cuanto a política monetaria, se espera mayor flexibilidad en el corto plazo. Varios bancos internacionales prevén que el Banco Estatal de Vietnam podría considerar relajar los tipos de interés hacia finales de año. El FMI, por su parte, recomendó permitir una mayor flexibilidad cambiaria para aliviar presiones externas.
Las instituciones internacionales subrayan que, si Vietnam acelera las reformas institucionales, mejora el clima de negocios y profundiza la transformación digital, el objetivo de un crecimiento promedio del 7% a largo plazo es plenamente alcanzable. Dichas reformas deberían enfocarse en reforzar la competitividad de las empresas nacionales, reducir la dependencia del capital extranjero y aumentar la inversión en educación en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, y Matemáticas), así como en investigación y desarrollo tecnológico.
Con el crecimiento del 7,5% en el primer semestre y la confianza de los organismos internacionales, la meta de 8,3%-8,5% en 2025 se percibe factible. Según Shantanu Chakraborty, director nacional del BAD en Vietnam, la combinación eficaz de políticas fiscales y monetarias, junto con el abordaje de desafíos estructurales como el cambio climático y la transición energética, permitirá a Vietnam consolidar un modelo de crecimiento equilibrado y sostenible.
La confianza internacional, sumada a la firmeza en la gestión de políticas, abre la oportunidad de que Vietnam reafirme su posición como una de las economías de mayor crecimiento y estabilidad en Asia./.