Al intervenir lavíspera ante los soldados en la ciudad de Davao, el mandatario ratificó ladeterminación de expulsar al Estado Islámico (EI) de Filipinas.
Se trata de uncambio en la posición del líder filipino cuando la semana pasada él mismo llamóa negociar al grupo extremista Maute, organización afín del EI.
“No negociaré conlos terroristas”, declaró.
Los enfrentamientosentre el ejército y el grupo insurgente siguen ocurriendo en Marawi, donde miembrosextremistas robaron armas y municiones y liberaron varios presos.
El ejércitomovilizó aviones SF-260, helicópteros y efectivos de infantería para asediar alos insurgentes.
El vocero delpresidente, Ernesto Abella, dijo que el número de muertos por los combates se elevóa 129, entre ellos 89 militantes, 21 oficiales y 19 civiles. – VNA
VNA – INTER