Al contemplar la Torre de la Tortuga, un “hanoyense” cuenta la historia del lugar. Hace muchos años, China emprendió una invasión sobre Vietnam y el emperador de este último país, Le Loi, quiso recuperar su imperio. Se hallaba cerca del lago, cuando una tortuga salió del agua para entregarle una espada con poderes mágicos, que utilizaría para vencer a los invasores. La condición era que, una vez finalizado su cometido, el emperador devolviera la espada. Un día cuando el país ya había ganado la soberanía, la tortuga salió del lago, le arrebató la espada y se sumergió de nuevo en las aguas llevándosela al fondo para no ser vistas nunca más ninguna de las dos. Después, en el medio del lago, se construyó un pequeño islote con la llamada Torre de la Tortuga para recordar a la tortuga sagrada y rendirle tributo por su ayuda.