Hanoi (VNA)- El verano de 2025 marca una transformación en las preferencias turísticas de los vietnamitas, pues en lugar de centrarse en las fotos para redes sociales, los viajeros priorizan experiencias más profundas, en contacto con la naturaleza, la cultura local y el descanso.
Durante los meses pico de junio y julio, los destinos más buscados siguen siendo los costeros. Según Booking.com, el 61% de las familias vietnamitas opta por el mar, mientras que el 59% prefiere el contacto con la naturaleza y la exploración urbana. Los lugares más populares incluyen Ha Long, Cat Ba, Sam Son, Da Nang Nha Trang, Phu Quoc y Vung Tau.
Las principales agencias de viajes han lanzado promociones y esperan que el número de turistas nacionales aumente entre un 15% y un 20% en comparación con 2024.
La ciudad central costera de Da Nang destaca con su Festival Internacional de Fuegos Artificiales y otros eventos culturales y deportivos, atrayendo a miles de visitantes.
Por su parte, la ciudad balneario de Nha Trang celebra su Festival del Mar con más de 30 actividades, mientras que la urbe central Quy Nhon se consolida como destino emergente gracias a su oferta cultural, natural y gastronómica.

Mientras, la isla de Phu Quoc, de la provincia sureña de Kien Giang, continúa siendo un destino de lujo, apostando por el turismo verde, personalizado y de bienestar.
Además de las playas, los turistas también eligen el delta del Mekong (las provincias de Can Tho, An Giang, Dong Thap, Ca Mau) por su ecoturismo fluvial y cultura local.
Entre tanto, en el norte, las localidades como Ha Giang, Lao Cai y Son La ganan popularidad con rutas de senderismo, visitas a aldeas étnicas y paisajes montañosos.
Lao Cai, con Sapa y su monte Fansipan, ofrece experiencias auténticas en comunidades de las etnias Dao, H’Mong y Tay. Los tours de tres días cuestan entre 2 y 3 millones de dongs (un dólar equivale a 25 mil 500 dongs), y el turismo independiente también es fácil gracias a la infraestructura desarrollada.
Cada vez más viajeros optan por organizar sus propios viajes mediante plataformas digitales. Esto obliga a las agencias a adaptarse, promocionarse en redes sociales y ofrecer paquetes flexibles. También crece el interés por experiencias personalizadas, respetuosas con el medio ambiente y conectadas con la cultura local.
Gracias a los smartphones, los turistas pueden buscar información, comparar precios y reservar servicios de forma rápida y económica. La tendencia del verano 2025 es clara: menos prisa, más inmersión. Un cambio que impulsa al sector turístico a innovar con propuestas más sostenibles, auténticas y centradas en el viajero./.