Según el Ministerio de Industria y Comercio, se trata de un desempeñoespecialmente alentador, dado que el sector registró el año pasado una caída10,5 por ciento en las ventas al exterior (de 35 mil millones de dólares).
La industria tiene como objetivo ingresar 39 mil millones de dólares por los envíosde productos al extranjero.
Sin embargo, los exportadores y productores sufren grandes afectaciones por lacuarta ola de COVID-19, que se propaga hoy principalmente en los parquesindustriales del norte, donde se encuentran una gran cantidad de fábricas textilesy de prendas de vestir.
Si una empresa se pone en cuarentena y debe suspender la producción de 14 a 21días, su plan para el año en su conjunto sufrirá serias afectaciones, según elpresidente de la Asociación de Textiles y Confecciones de Vietnam (VITAS), VuDuc Giang.
Las consecuencias podrían ser enormes, dejando a las empresas al borde de labancarrota y a los trabajadores sin empleo, agregó.
El sector textil y de confecciones es una industria intensiva en mano de obra yel daño causado por el resurgimiento del COVID-19 puede ser incalculable,explicó. Los retrasos en la entrega pueden dar lugar a pedidos cancelados omultas, lo que resultaría en pérdidas de miles de millones de dólares y daños ala reputación de esa esfera del país.
Es vital proteger la salud de los trabajadores para mantener una producciónestable, dijo Duc Giang.
Para hacer frente a la situación, VITAS ha propuesto que el Gobierno y elMinisterio de Salud ayuden a los productores a comprar y administrar vacunas contrael COVID-19, dando prioridad a las que se encuentran en las áreas más afectadaspor la pandemia.
La asociación también ha sugerido que las empresas de la industria brindenapoyo financiero para la adquisición de vacunas contra el COVID-19./.