Durante un intercambio con periodistas, primero desde el anunciobipartito sobre el deshielo de los vínculos entre ambas naciones, Obamarechazó a los críticos que opinan que no debería haber abierto una sendade acercamiento con la isla.
Los argumentosdel jefe de la Casa Blanca dejan sentado el interés de suadministración en ganar mayor influencia en la realidad cubana, trasreconocer el fracaso de su tradicional política de sanciones contraaquel Estado caribeño.
Las declaraciones delmandatario norteamericano pudieran estar ahora influenciadas por vocescríticas que desde la extrema derecha impugnan los recientes pasos delos encuentros dados por Washington y La Habana.
Pero en cualquier caso confirman que el actual gobierno no olvida elobjetivo de propiciar un cambio político y económico en la isla vecinay, al parecer, esa meta se buscará a partir de este punto por otrasvías.
Sin embargo, en su alocución delmiércoles último, el presidente cubano, Raúl Castro, ratificó que supaís no renunciará bajo ningún concepto a su independencia y derecho ala autodeterminación, e instó a Estados Unidos a eliminar totalmente elbloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace más de mediosiglo.
Obama contó ante la prensa una partede su reciente, y decisiva, conversación telefónica con el gobernantecubano y dijo que incluso bromearon durante la misma.-VNA